Levante-EMV

Levante-EMV

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Gestión

El tripartito revisa la cesión de un centenar de locales municipales a fallas y entidades

La concejala de Patrimonio, María Oliver, quiere poner coto al descontrol en el uso de los inmuebles y los sacará a concurso

El tripartito revisa la cesión de un centenar de locales municipales a fallas y entidades

La delegación de Patrimonio Municipal del Ayuntamiento de Valencia, integrada en la Concejalía de Desarrollo Urbano y gestionada por María Oliver (Valencia en Comú) prepara el rescate de la gestión de más de un centenar de locales de titularidad pública repartidos por toda la ciudad que figuran en el inventario municipal y cuyo uso se encuentra cedido, en el algunos casos, desde los años 40 del siglo pasado. Oliver quiere poner fin al descontrol y la discrecionalidad con la que se han gestionado hasta ahora este tipo de propiedades públicas. Según consta en el inventario de bienes del ayuntamiento correspondiente a 2015, el ayuntamiento tiene 233 «edificios y locales públicos», valorados en 541 millones de euros. De ellos, más de un centenar están cedidos a asociaciones y organizaciones de todo tipo sobre las que el nuevo gobierno tripartito (Compromís, PSPV y Valencia en Comú) ha puesto el foco en aras de mejorar la eficiencia en la gestión de los recursos públicos y de fijar criterios objetivos a la hora de ceder estos establecimientos.

Fallas y vecinos privilegiados

El equipo de María Oliver se ha encontrado durante la revisión del inventario con situaciones insólitas como la de 14 comisiones falleras a las que el ayuntamiento tiene cedidos locales públicos. La pregunta es qué pasa con el resto de comisiones que pagan religiosamente por sus casales y locales. También hay más de una decena de asociaciones vecinales que disfrutan con coste cero de un local público, mientras otras entidades vecinales carecen de esta posibilidad. Se dan situaciones de locales cedidos sin ningún tipo de criterio justificativo desde 1946 que se han ido prorrogando año tras año sin que se sepa muy bien a qué se dedican las personas que tienen su uso y disfrute gratuito. Hay incluso asociaciones médicas que disfrutan de un local público y a las que además el ayuntamiento les está pagando el alquiler de un local que anualmente cuesta 40.000 euros.

El ayuntamiento quiere acabar con estas situaciones de privilegio. Para ello serán revisadas todas las cesiones y posteriormente se creará una convocatoria para volver a cederlas aunque bajo criterios más objetivos y con mayor control. Así se exigirá, según el borrador de la convocatoria que se está preparando, que se trate en todo caso de organizaciones sociales sin ánimo de lucro. Para optar a los distintos locales públicos se exigirá un proyecto de actividades a realizar y una memoria justificativa periódica para comprobar que el bien público cedido se ajusta a los objetivos exigidos.

Una de las cuestiones que todavía no ha decidido la delegación de Patrimonio es si limitará en esta convocatoria el acceso de los partidos políticos a estos locales tras recibir numerosas peticiones de locales de formaciones políticas emergentes.

El grupo municipal socialista, que ahora está al frente de la Delegación de Desarrollo Urbano, fue muy crítico en la anterior legislatura con el desmane en la gestión de los locales municipales y el derroche en alquileres.

El concejal Sarrià, en su etapa en la oposición, reclamó un plan para reagrupar, vender o alquilar inmuebles sin uso, en línea con la enajenación de edificios que hizo la Generalitat, que puso en el mercado de venta y alquiler inmuebles y antiguas sedes institucionales, reagrupadas en el Complejo Administrativo Nou d'Octubre, como la de Industria, en la calle Colón y actualmente ocupada por una conocida marca de ropa, o el edificio de la Cigüeña, que ha corrido peor suerte y sigue deshabitado y sin uso. Las previsiones de ventas de la Generalitat, sin embargo, no se han visto cubiertas.

El plan de enajenación de patrimonio del Consell está actualmente en vía muerta ante la falta de interés de los inversores.

Compartir el artículo

stats