Los pueblos de la ciudad de Valencia tienen la batalla perdida con la estadística. Para muchos de los servicios que precisan, siempre se les exige un ratio mínimo de habitantes, ya sea para construir un nuevo parque, construir una biblioteca o reclamar que se amplíe la asistencia médica. Piden un trato similar al que disfrutan los usuarios del «cap i casal», pero su condición de pedanías limita su reivindicaciones.

Un buen ejemplo de esto el servicio de pediatría que «disfrutan» actualmente las pedanías situadas más al sur de la ciudad. A El Perellonet, con 1.401 habitantes censados, le corresponde un médico de atención para los más pequeños 2 horas y solo un día a la semana. Idéntico tiempo dedica el facultativo cuando acude a El Palmar, con 750 habitantes, mientras que El Saler, con 1.709 personas censadas, cuenta con el galeno un par de horas dos días. Más hacia el norte, en Pinedo, la situación es mejor, ya que al menos la visita es diaria.

Cuando las alcaldesas de las poblaciones afectadas reclamaron a la Conselleria de Sanitat mayores esfuerzos, los responsables autonómicos sacaron a relucir la fría estadística: para poder disfrutar de un pediatra todos los días, la población en cuestión necesita 900 tarjetas SIP de niños censadas. Es decir, que El Palmar con 750 habitantes tiene imposible optar a esta ampliación del servicio. La situación es idéntica en las pedanías del norte, con poblaciones que apenas llegan a los 1.000 habitantes censados.

Pese a todo, los actuales alcaldes pedáneos de las distintas poblaciones afectadas, aseguran que la relación con la ciudad de Valencia está ahora mejor que tan solo hace unos meses. La apuesta del tripartito por los pueblos del ciudad se ha plasmado en un buen número de inversiones en los últimos meses y, no menos importante, un trato mucho más cercano.

El nuevo Gobierno recibió hace unos meses la petición de las pedanías del sur para estudiar una mejora de los servicios sanitarios, y esta semana una delegación de directivos del Hospital Doctor Peset recorrió, una a una, las instalaciones con las que cuenta cada pueblo y evaluó las necesidades. «Es una visita histórica», calificó la alcaldesa de El Perellonet, «ya que antes si venía alguien a vernos era de visita turística». «Se nota que ahora realmente cuenta con los pueblos», añade Laura Felip.

La delegación del Peset, acompañados por la diputada de Compromís Isaura Navarro y técnicos de otras áreas de la Generalitat, se comprometieron a mejorar en los próximos meses las infraestructuras de las pedanías. El principal problema de los consultorios es que son pequeños. «En El Palmar no hay sala de espera y el local es alquilado; El Perellonet y El Saler tampoco tienen sala de espera. Los médicos tienen habitaciones minúsculas para desarrollar su trabajo. Necesitamos mejores instalaciones para facultativos y para los vecinos», reclama Raquel Romero, la alcaldesa de El Palmar.