Pocas horas después de que se iniciara un llamamiento a través de las redes sociales para que se buscara un traje de fallera supuestamente robado durante una exposición en la Junta de Ciutat Vella, el susodicho vestido ha aparecido. No había sido sustraído, sino perdido por una trabajadora que lo ha encontrado dentro de unos armarios.

«Con el trasiego del carga y descarga me lo había quedado y no me di cuenta. Pensaba que en ese sitio ya había mirado, pero se ve que no. Abriendo puertas ha aparecido», explicó la trabajadora de la empresa que utilizó el vestido en la muestra «De la tradición a la traducción» sobre el arte textil a lo largo de las épocas. El hecho de que el traje quedara cerca de la puerta de salida y ésta no tuviera vigilancia hizo sospechar a la empleada y ponerse en lo peor. De hecho, ya se habían comprometido a brindar otro traje a la particular que lo había prestado.

Por otra parte, Manuel Gironés Roca, propietario de Gironés-Vila, explicó ayer a Levante-EMV que la empresa que sufrió el extravío del vestido no es la suya, aunque así lo comunicaran a este periódico. «Se trata de un trabajador que ya no está con nosotros desde el pasado mes de octubre y va por ahí utilizando aún nuestra marca y nuestro nombre», detalló.

En este sentido, desde esta empresa artesana quisieron añadir que ellos no fabrican «indianas» como la del vestido perdido, sino solo tejidos con seda o seda y algodón al 50 %. Gironés estudia ahora emprender acciones legales contra el extrabajador de la fábrica, ya que tienen «pruebas» de que está haciendo un uso indebido de la marca, sostiene.