El equipo de gobierno municipal ha decidido recuperar el diálogo con la empresa ARC, firma inversora de Singapur que renunció a construir un hotel-casino en la Marina Real Juan Carlos I por los inconvenientes que, según la propia empresa, le puso la administración local. Después de que las organizaciones empresariales, la oposición y hasta el Partido Socialista, socio de gobierno, reprocharan a Joan Ribó haber despreciado una inversión millonaria sin apenas estudiar el proyecto, el nuevo director del Consorcio Valencia 2007, Vicent Llorens, ha contactado al menos en dos ocasiones con la compañía y ha fijado una reunión para los próximos días.
Según ha podido saber este periódico, la idea es volver a poner sobre la mesa el proyecto de hotel-casino para tratar de acoplar los planes de ARC y los del Ayuntamiento de Valencia.
Uno de los argumentos del equipo de gobierno municipal era que la firma asiática quería toda la marina, cerrar una calle, cambiar la Ley del Juego e incluso hacerse cargo de los planes urbanísticos del Grao y Eugenia Viñes. Pues bien, ahora esos extremos podrían ser negociados para tratar de acercar esta postura de máximos a la que defiende el consistorio, partidario de socializar la marina y aproximarla a los barrios limítrofes, especialmente Cabanyal, Grao y Nazaret.
En caso de que finalmente no haya acuerdo sobre este proyecto, el ayuntamiento tiene intención de ofrecer la ciudad a ARC para otras posibles inversiones que no tengan las dificultades y las particularidades de ésta.
«Lo que el ayuntamiento quiere demostrar„precisaron las fuentes„ es que está abierto a inversiones externas y que quiere mantener la mejor relación posible con todas las empresas». «Quiere hacer ver que no ha habido una ruptura, sino que el diálogo sigue abierto y se puede llegar a un acuerdo sobre ésta u otras inversiones», añadieron.
La previsión de ARC era gastar 1.000 millones de euros en la Marina Real Juan Carlos I y generar hasta 20.000 puestos de trabajo en Valencia y Sagunt.
