Al socaire de las nuevas políticas de autogestión y participación ciudadana que propugna el tripartito (Compromís, PSPV y Valencia en Comú) que gobierna el Ayuntamiento de Valencia han surgido en los últimos meses en el Cabanyal, de la mano de colectivos como el festival «Cabanyal Intim», nuevos usos para dos de los edificios históricos más importantes del barrio: la Casa «dels bous» y la antigua fábrica de hielo. Ambos se han reconvertido y remozado como espacios culturales y de ocio alternativos donde lo mismo se realizan exposiciones, talleres y conciertos de música que se sirven tapas. Se trata de espacios autogestionados que no pueden considerarse propiamente locales de ocio porque aunque en la práctica funcionan como tales, en ocasiones prolongando las sesiones hasta el día siguiente. Para acceder a estos nuevos espacios de ocio alternativo no hay que pagar entrada, sino hacerse socio. De este modo los gestores del local se curan en salud y cada usuario asume su responsabilidad sobre lo que pueda pasar dentro.

Tanto la fábrica de hielo como la casa «dels bous» son edificios de propiedad privada, símbolos de la historia del barrio marinero protegido, a los que el nuevo ayuntamiento quiere convertir en referente cultural dentro del plan urbanístico que sustituirá al de la prolongación de Blasco Ibáñez. Ambos edificios pertenecen a una antigua cofradía de pescadores que en el caso de la Casa dels bous ha llevado a cabo algunas intervenciones para mantenerla en buenas condiciones.

Mayores problemas estructurales y de humedades en muros y cimientos presenta la fábrica de hielo, cuya cubierta está dañada.