La anterior edición de Cabanyal Íntim llevaba por bandera la Transformación. El cambio político era entonces la esperanza para reavivar un barrio olvidado. Este año, el festival lleva por título Porvenir, aunque, como el barrio, necesita pensar primero en su presente.

«El cambio político era necesario y, aunque empiecen a entrar luces de rehabilitación, estamos decepcionados con el actual gobierno porque hay más titulares que otra cosa», explicó ayer minutos antes de la inauguración del festival, Esther Melo, miembro del equipo de Cabanyal Íntim.

El acto de apertura tuvo lugar anoche en la rehabilitada Fábrica de Hielo. Este edificio se ha convertido en un icono del barrio recientemente recuperado en el que antiguamente se producía hielo para el negocio del pescado. La fábrica fue el enclave elegido para iniciar un festival que vela y lucha por el valor y el patrimonio del barrio a través de las artes escénicas y la libertad de expresión.

A lo largo de sus diez días el barrio del Cabanyal abre sus puertas para dejar entrar a los artistas. Cerca de treinta espacios se llenarán del teatro más experimental y vanguardista a través de propuestas que prometen ser «algo más que experiencias».

Por ejemplo, la finlandesa Anna Kurikka y la holandesa Ita Agaard invitan a conocer la vida contemporánea de las ciudades desde el punto de vista de un pájaro a través de la poesía textual y visual de su pieza Vidas en conserva. Pero esa es una de las muchas propuestas del festival. También, la Cia Mirmidones, abre la puerta de la habitación FXXK Revolution, un prostíbulo que mostrará todo lo que suceda dentro.

Con sus propuestas, Cabanyal Íntim ha conseguido en sus seis ediciones de vida pasar de un público de mil personas a las ocho mil que se esperan en esta edición, superando así las siete mil del año pasado. «Traemos a casi cien artistas, valencianos e internacionales, y generamos una plusvalía económica en el barrio, pero no recibimos todo el apoyo económico que merecemos», explica Melo.

A pesar de que se sientan «esperanzados» con el cambio este festival sigue esperando las ayudas económicas previstas para 2015 -8.000 euros-, que sirven para pagar a los artistas que nutren el festival y también espera que las ayudas a la rehabilitación del barrio prometidas durante la campaña electoral se cumplan. «Utilizaron al barrio como herramienta estratégica y necesitamos pasar ya a la práctica. No lo decimos nosotros, lo claman los vecinos», añade Melo. Respecto a la edición de este año, tendrán que adelantar los pagos a los colaboradores, ya que todavía no se ha aprobado el presupuesto.

Aún así, Cabanyal Íntim, con la colaboración de Salvem el Cabanyal, inicia con ilusión Porvenir, la primera edición alejada de «las excavadoras y de quienes un día quisieron expoliar».