El ayuntamiento de Valencia analizará el ADN de las excrementos de perro abandonados en la calzada para localizar a los dueños y multarlos.

Según ha explicado la concejala Sandra Gómez, de la recogida podrían encargarse personas condenadas a trabajos en beneficio de la comunidad y luego se contratará a una empresa para hacer los análisis, que cuestan unos 18 euros.

Para hacer posible este trabajo también se cambiará la ordenanza de mascotas para obligar a incorporar en el chip el ADN. La nueva norma estará en septiembre.

Las sanciones que se impondrán serán de 150 euros aunque en la futura ordenanza también está previsto incrementarla.

Gómez ha comparecido junto al Intendente Jefe de la Policía Local de Valencia, José Vicente Herrera, y la presidenta de la Federación de Asociaciones de Vecinos de la ciudad, María José Broseta, para presentar la campaña contra el abandono de excrementos de animales en la vía pública bajo el lema 'La seua caqueta a la teua bosseta!'.

José Vicente Herrera ha detallado en la rueda de prensa datos de las labores que la Policía Local lleva a cabo para controlar el censo de mascotas en la ciudad. El intendente jefe ha precisado que entre el 1 y el 14 de febrero pasado se controlaron 1.033 perros en la capital, una cifra que supone "un aumento cuantitativo" respecto la de años anteriores --en 2006/2007 había 1.577; 2011, 1.007, y 2014, 502--.

Por lo que respecta a las sanciones, ha indicado que se han fijado 170 denuncias. Ha comentado por lo que respecta a los establecimientos autorizados para la venta que esto "está prácticamente en regla" y que sucede lo mismo con la identificación de los animales ya que el 95,5 por ciento lo está "debidamente".