El coordinador de la recuperación de las danzas eucarísticas de Los Seises o infantillos del Corpus, Rodrigo Madrid, confirmó ayer a este periódico que de nuevo se celebrarán el año que viene en otro espacio. Como publicó este diario, el Real Colegio Seminario del Corpus Christi vetó este año su realización„ tras acogerlas durante seis años„ porque la institución considera que «restan religiosidad» a la celebración de la Octava del Corpus.

Madrid ya señaló tras el veto que estudiaría su realización en otro lugar para no perder todo el trabajo realizado durante diez años. Ayer señaló que «ha habido contactos, pero no puedo todavía confirmar dónde se llevarán a cabo. Aún con un año de antelación podemos decir que en 2017 habrá danzas. Se harán para que no se pierdan los diez años de trabajo, el cual ha sido muy serio», sentenciaba el músico y profesor.

Como recordaba Madrid, «coordiné un grupo de más de 30 profesionales que hicieron una faena enorme...la gente no se imagina todo el trabajo que hay detrás de la recuperación de las danzas».

Entre los trabajos realizados están por ejemplo la transcripción de partituras del siglo XVII de la música del maestro polifonista valenciano Juan Bautista Comes, que puso música a los versos del patriarca Juan de Ribera en 1609.

De ellos se encargó la musicóloga Mireya Royo, „quien explica que Jose Climent ya había investigado ampliamente al compositor valenciano y los archivos del siglo XVII„acudiendo al archivo del patriarca y «traduciendo» el lenguaje de la partitura del siglo XVII al actual, una transcripción inédita que sirvió para la grabación en disco de la música y su posterior representación. Como explica, la interpretación se realizaba con dos coros de cuatro voces y el acompañamiento de órgano dentro del templo, y con ministriles (instrumentos de viento) fuera del mismo.

Con esta investigación Royo además de recuperar la música pudo conocer la estructura de las danzas y el cómo eran las vestimentas, así como su evolución en el tiempo. Para su amplia tesis requirió diez años de investigación, que Rodrigo Madrid califica como «impresionante».

Madrid, clavecinista, profesor de la Universidad Católica y director de la capella Saetabis recuerda que «hasta se han copiado zapatos con los que bailaban los pajes en tiempos de Felipe III y se elaboraron a mano lo más fielmente posible. Para los trajes se emplearon casi tres años, ya que se elaboraron de manera artesanal en telares. El profesor recuerda que en los años 60 se realizaron recuperaciones de las danzas de forma «parcial» y no integral como se llevó a cabo hace seis años con el equipo multidisciplinar de músicos, indumentaristas y coreógrafos.

Los Seises, perpetuos en Sevilla

Así, el objetivo de Madrid ahora es que todo este trabajo de grupo no se pierda de nuevo, tras otro encontronazo de la iglesia con esta representación, ya que en el pasado ya fueron vetadas en varias ocasiones, incluso por el propio Juan de Ribera por la «algarabía» que se creaba. De las palabras de Madrid sobre los Seises de Sevilla se desprende el anhelo de que en Valencia nunca se vuelvan a aparcar: «En Sevilla se llevan representando 500 años ininterrumpidamente y cada año muchísima gente pugna por participar en ella». De momento este año no habrá infantillos, y el año que viene es previsible que se celebren fuera del entorno que las acogió los últimos seis años.