El Ayuntamiento de Valencia ha trasladado al Colegio de Fisioterapeutas de la Comunitat Valenciana (ICOF-CV) su compromiso de vigilar que durante este verano no se oferten masajes terapéuticos en las playas de la Malva-rosa y del Cabanyal, según un comunicado del colegio profesional.

La concejala de Medio Ambiente, Pilar Soriano, se ha reunido hoy con el decano del ICOF-CV, Josep Benítez, y el asesor jurídico, Santiago Sevilla, quienes le han trasladado la situación de irregularidad que se dio el verano pasado en estas playas y que pusieron en riesgo la salud de los ciudadanos.

Los fisioterapeutas han comunicado a Soriano que la empresa concesionaria ofertaba masajes terapéuticos cuando no contaba con profesionales sanitarios capacitados para ello y le ha pedido una respuesta firme para que esta situación no se repita este verano.

Los representantes del ICOF-CV le han trasladado que, en dicho servicio, bajo concesión administrativa del consistorio valenciano, se realizaron actos terapéuticos propios y exclusivos de los profesionales sanitarios fisioterapeutas.

"Estas actuaciones, además de constituir un posible delito de intrusismo ponen en grave peligro la salud de los usuarios ya que los están prestando personal no capacitado ni técnica ni legalmente para ello", ha explicado el asesor jurídico del Colegio, tras lo que ha añadido que el año pasado se enviaron dos escritos al consistorio aportando pruebas que demostraban los hechos.

Según el comunicado, Soriano, responsable de Playas, ha explicado que el gobierno municipal ya ha avisado al servicio correspondiente y ha advertido de que habrá "una vigilancia especial de todos los servicios que se oferten en la playa en relación con los masajes".

El ICOF-CV ha recalcado que es un tema de salud y le ha solicitado que en los puestos aparezca "expresamente que no se dan masajes terapéuticos", así como "una advertencia de que, si alguna persona cree que tiene algún tipo de patología o lesión, que no utilice ese servicio y que vaya a un fisioterapeuta colegiado".

El año pasado, el ICOF-CV solicitó al Ayuntamiento de Valencia que abriera expediente sancionador a los responsables del servicio de masajes ofertado en las playas de la Malva-rosa y del Cabanyal, dado el grave peligro que conllevaba para la salud de los usuarios.

Su queja incluía pruebas gráficas y la declaración de un usuario que fue tratado el 3 de septiembre del 2015 al que, tras decir que sufría dolores cervicales, mareos y tensión en la espalda, le realizaron un masaje terapéutico y descontracturante.

Las pruebas, según el Colegio, demuestran no sólo que la empresa publicitaba "masajes terapéuticos", sino que además los prestaba, a pesar de no contar con fisioterapeutas colegiados, "poniendo en riesgo la salud de los turistas y ciudadanos".