Los alcaldes pedáneos de las pedanías donde se ha prohibido el «bou embolat» acataron ayer la medida del tripartito al no tener «capacidad de decisión». El alcalde de Carpesa, Pep Duart, lamentó que las pedanías sigan siendo «insignificantes» en muchas de las decisiones municipales. «Tenemos que acatarlo porque no tenemos capacidad de decisión, pero no estamos de acuerdo», dijo Duart. «Consideramos que el mejor camino no es la prohibición y aunque entendemos que hay que garantizar que no se maltrata al animal, se podría haber hecho de otra manera», lamentó. Por su parte, el alcalde de Massarrojos, Carles Verdeguer, considera que el ayuntamiento no ha tenido en cuenta «la realidad de los pueblos de la ciudad». «No estamos en contra de la decisión de Ribó, porque entre otras cosas la han tomado los tres partidos en el gobierno, pero pedimos un esfuerzo para que entiendan la realidad de donde vivimos», explicó. Verdeguer cree que, al menos, se ha respetado la celebración de los «bous al carrer» durante todo el mandato. «Creo que ha habido un esfuerzo de consenso», dijo. j. b. r. valencia