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Entrevista

Ramón Vilar: "Lo que peor me sabe de prohibir el ´bou embolat´ es que es nuestro"

Ramón Vilar dice haber hablado con gente de las pedanías y «la situación es bastante triste y complicada»

Ramón Vilar: "Lo que peor me sabe de prohibir el ´bou embolat´ es que es nuestro"

­Taurino confeso, el concejal socialista del Ayuntamiento de Valencia Ramón Vilar se ha opuesto contundentemente esta semana a la decisión del «tripartito», del que forma parte su grupo, de prohibir el «bou embolat» y el «bou en corda» en las pedanías de Valencia donde se celebra. Recuerda que se trata de una tradición autóctona valenciana, que el toro no sufre más que otros animales en otras disciplinas y que la medida es electoralista. Aún así, acata, sin compartir, la decisión de su grupo, al que acusa de practicar el «buenismo».

Su postura es claramente contraria a la prohibición, enfrentándose incluso a su grupo. ¿Por qué ?

Yo he sido taurino toda la vida y me declaro aficionado taurino como se declaró en su día gente tan poco sospechosa como Lorca o Picasso, que han sido enormes intelectuales y gente de izquierdas. En el tema del «bou embolat» lo que peor me sabe es que es nuestro y autóctono. Y no es una casualidad. Es el fuego mediterráneo unido a la tauromaquia, y me sabe muy mal que sea precisamente esta modalidad valenciana la que esté en entredicho.

Pero el gran argumento aquí es que las bolas de fuego son una tortura para el toro.

Ese es el argumento que se utiliza, pero no creo que en una carrera de caballos en el hipódromo el caballo no sufra un estrés enorme. Y no veo que haya un gran movimiento para prohibir eso. En todo caso, esto ha evolucionado mucho. Es verdad que hace años las bolas tenían una duración larga y que el material era de otra calidad, pero ahora la duración es muy limitada y el material es mucho menos agresivo. Que el toro sufre estrés en el embolamiento, pues no me extraña, pero también sufre mucho estrés la gente que está trabajando al sol en agosto. Mucho más. Y digo otra cosa, supongo que durante la lidia en la plaza también debe sufrir el toro, y Compromís allí votó en contra de la prohibición cuando lo propuso la marca de Podemos. No creo que el grupo de Castelló sea más sensible que el de Valencia.

¿A qué cree que se debe esta decisión municipal?

Yo entiendo que Ribó está sometido a enormes presiones por parte de los animalistas y hay que reconocer que ha sido dialogante y ha intentado llegar a un equilibrio prohibiendo el «bou embolat» y garantizando que no se va a prohibir ninguna otra modalidad taurina. Pero resulta que los equilibrios generalmente no contentan ni a unos ni a otros. Hay un ambiente muy crispado en los «pobles» de Valencia. Yo he hablado con algunas personas y la situación es bastante triste y complicada. Se ha fraccionado a estas pequeñas sociedades rurales, que tiene todos su derechos, y deberían tenerlo en cuenta.

Esta claro que el asunto provoca muchas divisiones y está claro que cada uno tiene su sensibilidad.¿Cómo se ha gestionado esto dentro del Partido Socialista?

Lo que dices es vedad. Es un tema conflictivo. Hay gente en el Partido Socialista que entiende que esto no es moderno, pero como hay otras actividades en la ciudad, vinculadas al ámbito religioso, que tampoco son modernas. Yo he defendido que no debíamos entrar en esta discusión, con moratorias o sin moratorias, porque es una medida que se toma sin ninguna necesidad, que se toma en unas fechas en las que ha habido que retroceder porque ya estaban los permisos dados en Benimàmet, y luego no olvidemos que estamos en periodo electoral y que alguien podría pensar que se toman medidas para ganar votos.

Pero al final eso no ha salido adelante y el Grupo Socialista ha dicho que sí a la prohibición del «bou embolat». ¿Hay una ruptura interna?

Yo soy del Grupo Socialista y esta es mi opinión personal. El grupo ha intentado una moratoria hasta el 1 de enero de 2017 y yo me manifiesto partidario de no entrar en esto, pero yo asumo lo que dice el grupo. Discrepo, pero lo asumo, lógicamente.

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