La presidenta de la Fundación Hortensia Herrero, que también ha financiado la reciente y aplaudida restauración de la Iglesia de San Nicolás „la «Sixtina» valenciana„, aseguró ayer que el colegio de la seda es «como un hijo que hoy se independiza» y confió en que sea capaz de «vivir por sí solo». El patronato del Colegio de la Seda, de titularidad privada y sin subvenciones públicas, confía en que el museo pueda autofinanciarse a través de la venta de entradas, la tienda y los eventos que se harán en el patio.

Hortensia Herrero, emocionada, agradeció a su marido su apoyo y el respaldo financiero a la fundación. Con la restauración del Colegio del Arte Mayor de la Seda recuperamos «un pedazo de la historia de Valencia en su época de esplendor» sedero, destacó Herrero, quien confió en que esta intervención potencie la oferta de turismo cultural en la ciudad.

El presidente del patronato del Colegio de la Seda, Vicente Genovés, subrayó que la rehabilitación se consigue «tras 30 años de lucha, ruegos y súplicas». «Después de muchos años de pedir ayuda, de ver el deterioro al que había llegado el edificio, la llegada de la Fundación Hortensia nos abrió las puertas del cielo. Hoy es un día muy emocionante, son muchos años peleando y soñando con que esto en algún momento fuera realidad», apostilló Genovés.

Uno de los momentos más emotivos lo protagonizó Vicente Enguídanos, «el último velluter», de 84 años de edad, que regaló a Hortensia Herrero un doble espolín tejido por él mismo.

El presidente de la Generalitat, Ximo Puig, quien valoró la importancia de la iniciativa privada a la hora de recuperar el patrimonio histórico, y el alcalde de Valencia, Joan Ribó, asistieron a la presentación del renacido Colegio del Arte Mayor de la Seda, donde también se dejaron ver el conseller de Cultura,Vicent Marzà, y otros representantes políticos.

Puig y Ribó coincidieron ayer en señalar, al término de la inaguración de la restauración del Colegio de la Seda, que esta intervención, en pleno centro histórico, es una «aportación indudable» para la recuperación del patrimonio de los valencianos y un «punto de referencia» para el turismo cultural, además de un ejemplo de los beneficios de la colaboración público-privada.