Miles de personas se manifestaron ayer bajo el lema «Personas bisexuales, libres e iguales», a favor de la diversidad sexual y contra la homofobia, en Valencia. La expectación se centró en la cabecera de la manifestación, cuya pancarta la portaron en el inicio hasta una decena de políticos de diferentes partidos. Pedro Sánchez, el candidato socialista a la presidencia del Gobierno, generó mucha expectación entre el público que agolpaba las aceras de la calle Colón. Muchos no dudaron en hacerse un selfi con el presidenciable, por lo que la cabecera de la manifestación tuvo que pararse en varios momentos por la dificultad para avanzar.

También fue muy aclamada Mónica Oltra, vicepresidenta de la Generalitat y consellera de Igualdad. Junto a ellos estaban el presidente Ximo Puig, que llegó con Sánchez; la consellera de Sanidad, Carmen Montón; el candidato al Congreso de A la Valenciana, Joan Baldoví, junto a Ricardo Sixto, Rosana Pastor y Àngela Ballester; y miembros de la corporación municipal de Valencia, como Roberto Jaramillo, Isa Lozano o Fernando Giner. En un segundo plano estaban el conseller Vicent Soler o el teniente alcalde de Valencia, Joan Calabuig. Asimismo, el candidato por Ciudadanos, Toni Cantó, y el alcalde de Valencia, Joan Ribó, se sumaron más tarde a la marcha del Orgullo. Otros políticos, como los concejales de Compromís Pere Fuset o Carlos Galiana, estaban en el bus de Compromís, y algunos también participaron con sus partidos.

Además de los políticos, también hubo una amplia representación de la sociedad civil valenciana que dio su apoyo a lesbianas, gays, bisexuales y transexuales. Por ejemplo, desfilaron sindicatos, asociaciones deportivas, colectivos, la PAH, plataformas de voluntariado o de la lucha contra el VIH, ONG, personas sordas y discapacitadas, animalistas... Todos pedían, entre otras cosas, «más amor, menos odio». Muy presentes estuvieron los asesinados en Orlando con algunos crespones negros, banderas de Estados Unidos o carteles en los que se leía «No es Islam, es homofobia».

Algunos participantes llevaban las camisetas que Lambda hizo con el lema «Sent la força», en alusión a las declaraciones del cardenal Cañizares que alertaba del «imperio gay», pero a parte de eso y de algún colectivo que llevaba el polémico cartel de la Geperudeta y la Moreneta y alguna pancarta, el ambiente que predominaba era totalmente festivo y no abundaban las alusiones a las palabras del purpurado ni a temas políticos, aunque algunos asistentes sí recordaron la violencia de género o la situación de los homosexuales en algunos países del mundo.

Muchas banderas multicolor se ondearon ayer por el centro de Valencia y el ambiente se iba animando conforme avanzaba la marcha y llegaban las carrozas con música, aunque antes también habían sido aplaudidas varias batucadas y charangas.

Entre el público, muchas personas que apoyaban los derechos del colectivo LGTB. «Venimos para demostrar que todos estamos apoyando; la homofobia es un tema muy serio, el amor es igualitario entre personas. Falta educación», explicaban ayer Yili y María, de 17 años. También veían el desfile Ana y Cintia, que miraban por curiosidad y para divertirse. «Me parece muy bien, cada una que exprese lo que siente; es divertido», apuntaba una de las mujeres.

Desde Lambda, que ya ha organizado dieciséis ediciones del orgullo en Valencia, apuntaron que la manifestación «debe ser signo de respeto, fuerza y solidaridad» y recordaron que «todavía hay que recorrer mucho camino para conseguir la igualdad plena y real». Además, añadieron que aunque cada vez haya «una sociedad cada vez más abierta», no hay que «bajar la guardia» ante las agresiones homófobas.

El presidente Ximo Puig defendió «la convivencia y la vida en libertad» y recalcó «que cada uno puede querer a quien quiera». Por su parte, Carmen Montón reivindicó «el orgullo LGTB» y destacó la necesidad de «seguir avanzando»