La prohibición del bou embolat ha vivido un tenso debate político en el Pleno del Ayuntamiento, que finalmente ha rechazado la anulación del acuerdo de la Junta de Gobierno que proponía el Partido Popular. Ni siquiera Ciudadanos ha apoyado la moción de los populares (porque quería una moratoria), mientras que del lado del tripartito se ha confirmado la ausencia del socialista Ramón Vilar, que como estaba previsto hizo ´objeción de conciencia´ al declararse abiertamente taurino.

El reglamento del Pleno del Ayuntamiento de Valencia ha saltado por los aires con el debate del bou embolat, donde organizaciones protaurinas y antitaurinas han aplaudido, hablado, exhibido carteles e incluso silbado los argumentos de unos y otros. Hay que recordar que la norma plenaria impide muestras de aprobación o desaprobación, pero nadie la ha respetado y solo al final el presidente del Pleno, ha llamado al orden al público asistente.

Se ha producido otro hecho inaudito, ya que por primera vez hasta siete asociaciones diferentes, protaurinas y antitaurinas, han tenido voz en el Pleno. Del lado de los defensores de la fiesta estaban las peñas de las cinco pedanías afectadas por la prohibición del bou embolat, además de la Federación de peñas y un veterinario-ganadero. Del lado opuesto, asociaciones en defensa de los derechos de los animales o ecologistas como Agró.

El presidente de la Federación de Peñas Taurinas de la Comunitat Valenciana, Vicente Nogueroles, ha calificado de "lamentables" las declaraciones de la concejal Glòria Tello, ha asegurado que son los que más defienden al toro y se ha preguntado si los 20.000 euros para esterilizar colonias de gatos "¿no son maltrato?". Se ha dirigido a Ribó: "Ribó su problema soy yo y las 4.500 peñas que no van a pasarle ni una. Si rectifica usted, yo también rectificaré ante la prensa que esto le da trabajo una semana", ha dicho.

El "Colectivo Animalista Sense Por" ha elevado el tono del pleno al asegurar que quemar a un ser vivo "es sadismo" y ha asegurado que proviene "de una corriente política de corrupción". Y ha propuesto a los peñistas "organizar políticos corruptos embolados, os divertiríais".

El concejal del PP Félix Crespo, que defendía la moción, ha acusado a Ribó de "encender la mecha que ha llevado a este problema". "Habla como si fuéramos maltratadores. ¿Cuándo hablará del tiro de arrastre, de la colombicultura, o cuándo del hamster que da vueltas en la jaula. No hagan algo típico del franquismo: prohibir", ha sentenciado.

En Ciudadanos, el concejal Manuel Camarasa ha defendido una moratoria de la medida hasta el año que viene y abrir un diálogo con las peñas. El PP lo ha rechazado, al igual que el tripartito, mientras que la formación naranja tampoco ha querido apoyar la moción de los populares, pese a que el discurso era similar, al acusar a Ribó de "falsa superioridad y prepotencia absoluta en la toma de decisiones". "Es grotesco que su gobierno prohiba estos festejos. Hemos vivido un espectáculo lamentable, los trapos sucios se lavan en casa, no en público", ha lamentado en referencia al triste espectáculo de la cámara.

Por su parte, Glòria Tello, la concejala de Compromís impulsora de la prohibición, se ha felicitado por el nuevo paso que ha dado hoy el Pleno y ha vuelto a insistir que la tortura "no se debate" ni tampoco "los derechos fundamentales". "Los animales sufren emocionalmente y físicamente. Las bolas de fuegos son estresantes. Sufren un calvario, maltrato sí hay, y el maltrato no se somete a consulta porque los derechos fundamentales no se debaten"