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40 años haciendo ciudad

40 años haciendo ciudad

Hace unos días finalizaban las celebraciones de la Semana Ciudadana que este año, sin duda, tenía como momento más importante la conmemoración del 40 aniversario de la creación de la Federación de Asociaciones de Vecin@s de València. Supuso un paso adelante histórico para coordinar las diferentes reivindicaciones de las AAVV que habían ido apareciendo en nuestra ciudad y en el conjunto de nuestro Estado, al calor del desarrollismo urbanístico descontrolado y sin planificar por parte de los totalitarios ayuntamientos franquistas. Cuatro décadas es un tiempo lo suficientemente largo para valorar lo realizado, pero también para poner en valor algo que la llamada nueva política ha intentado arrasar como es el valor imprescindible de las organizaciones que han aguantado en el tiempo, resistiendo el paso de Gobiernos, manteniendo siempre las reivindicaciones a pie de calle, y demostrando que la fortaleza de un movimiento, sea político o social, es saber amoldarse a los nuevos tiempos sin perder un ápice de identidad.Aunque pueda sonar a frase manida, lo cierto es que si esta ciudad es lo que es en sus aspectos positivos urbanísticos, medioambientales y sociales, es gracias en buena medida a la reivindicación, presión y capacidad de negociación que en estas cuatro décadas han llevado a cabo centenares de vecin@s, consiguiendo no sólo grandes conquistas como salvar El Saler o la conversión del rio Túria en la zona verde más grande de la ciudad, sino también esas cosas que hoy todo el mundo ve como normales pero que apenas existían como alumbrado y transporte públicos, alcantarillado en condiciones o limpieza viaria. Pero es que, además, en el caso del movimiento vecinal organizado en torno a la Federación hace ahora 40 años, hay que poner de relieve su capacidad innata de lucha al nacer, precisamente, en el marco de la lucha antifranquista, donde los barrios obreros con sus infinitas carencias se convirtieron gracias a las AAVV en un auténtico quebradero de cabeza para la Dictadura. Así, a la lucha en las fábricas y demás centros de trabajo o en la Universidad, se unía la conflictividad derivada por la ausencia absoluta, no ya de equipamientos públicos, sino de las mínimas condiciones de salubridad para una vida digna para la clase trabajadora. Conviene recordar que hablamos de jornadas agotadoras de trabajo, que junto unos salarios de vergüenza, eran la base del crecimiento económico franquista. No es de extrañar, por ello, que en la génesis del nacimiento de las AAVV se encontrara la defensa de la libertad y la democracia, en el marco de la lucha de la izquierda, especialmente del PCE y las CCOO, por derrocar la Dictadura.Este aniversario llega, por tanto, en un buen momento para recordar que hace muchas décadas que viene practicándose la lucha desde la base, en las calles, improvisando asambleas, eligiendo representantes por calles, negociando con la administración de manera transparente, todo ello antes de que se acuñara el concepto de democracia representativa. Felicidades pues a la Federación, por 40 años haciendo más habitable nuestra ciudad, de forma discreta pero resolutiva y eficaz.

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