Ahora parece que lo peor del mundo es hacer nuevas elecciones. Rajoy porque dice que sería un disparate, que este país necesita la estabilidad que sólo él le puede proporcionar. Para Sánchez es cuestión de responsabilidad. Pero la cosa sigue igual, conversaciones, mínimos, intentos de pacto, abstenciones in extremis. Lo que de verdad nos daría estabilidad y sería responsable es que se pongan de acuerdo y si no lo hacen pues votamos otra vez, que nosotros no tenemos la culpa. Que no pasa nada, que si no son capaces les volvemos a echar una mano, pero que por nosotros no padezcan. Como dice un amigo mío más vale no hacer nada que hacer cualquier cosa. Y parece que por ahí van los tiros, por conformarse con cualquier cosa, en este caso Rajoy en minoría, para no demostrar una vez más su incapacidad de acuerdo y llevarnos de nuevo a las urnas para que les demos el mismo mensaje por tercera vez. Pero mientras, con gobierno en funciones, la vida sigue. Nos ha visitado la Ministra Ana Pastor y se ha llevado a Madrid un mensaje muy claro, el corredor mediterráneo es urgente, es más, es justo y necesario. Se lo han dicho el President, el Alcalde, los empresarios y hasta el Presidente de la Autoridad Portuaria. Veremos, pero en este tema, igual que en el de la financiación de la Comunitat deberíamos dejar de lado nuestro entrañable «meninfotismo» sea como sea el nuevo gobierno, de hecho debería estar en todas las hojas de ruta que ahora se están barajando. El sistema radial ya está obsoleto y en València deberían dejarnos mirar más hacia el Mediterráneo y no obligarnos tanto a mirar a Madrid. Es una reivindicación tan histórica que ya cansa y llevamos mucho tiempo perdido. Pero las cosas hay que hacerlas, aunque sea tarde. Por ejemplo esta semana nos hemos librado, por fin, de una vergüenza colectiva, la comisión de investigación del accidente de metro de 2006 ha sacado sus conclusiones y por fin han señalado a los responsables. A los que por su incompetencia o dejadez permitieron que pasara y a los que después de pasar intentaron taparlo. Deberían señalarnos también a los que caímos, a los que no nos preocupamos lo suficiente, a los que no estuvimos al lado de las victimas revindicando lo que era justo. La Generalitat, como institución si que se ha disculpado y eso nos incluye a todos. Sin embargo la actitud del PP ha sido lamentable, el discurso ha sido para sus votantes, intentando desprestigiar una comisión que califican de incompleta cuando anterior a ella, en diez años, no había ninguna investigación. Pero da igual, les votan igual y lo saben, ¿para qué pedir perdón?, ¿para qué disculparse?, no lo han necesitado en diez años y ahora menos. Dicen que se intenta culpar al PP, es evidente que en aquel momento todos los cargos políticos relacionados pertenecían a ese partido. Dicen que nunca es tarde si la dicha es buena, en este caso no importa, porque siempre es tarde, aunque esas disculpas que no se darán hubieran llegado al día siguiente, lo único que de verdad compensaría es que no hubiera pasado. «Falta de previsión e inversión» esas son las palabras más hirientes del informe. La única disculpa ante eso es que no vuelva a pasar.
