La ciudad de Valencia vive de noche en julio. No sólo porque es lo más saludable habida cuenta del calor que cae. Cuando el sol empieza a declinar empieza la oferta y las personas salen de sus escondites. El programa de la Gran Fira de València apenas tiene actividad en el calendario antes de las ocho de la tarde. Pero a partir de ese momento le cuesta regresar a casa.

El programa no sólo vive de preselecciones, aunque el favor que le hace la fiesta fallera a la hora de darle contenido es impagable. No sólo los 26 actos dedicados a seleccionar falleras. También por los campeonatos de truc y parchís que se acercan a sus momentos finales.

La Universitat de València mantiene su ciclo de noches de cine. El claustro se convierte en un cine de verano todos los días hasta el viernes 29. Es la actividad más consistente del programa por estacional y duradera, después de haber albergado en los primeros días las «Serenates».

Los Jardines del Palau no sólo albergan preselecciones. De lunes a jueves siempre tienen algo; karaoke, monólogos, circo o bandas.

La música combina actos más o menos previsibles y clásicos, como el Certamen Internacional de Bandas. Hoy finaliza el pre-certamen en las plazas de la ciudad y mañana lo harán ya los concursantes (amparados, éstos sí, en el bajo techo del Palau de la Música, empiezan pronto). Y otros inesperados y peculiares, como los que ha organizado la Asociación Española de Tuba y Bombardino, cuyos 350 músicos tocarán simultáneamente esta noche en la Plaza de la Virgen. En la Ciudad de las Artes, al aire libre, tocan los participantes en el campus del Berklee College of Music, a la que le quedan conciertos los días 22, 28 y 29.

Para noche, sin embargo, la del próximo sábado 23, en que el centro de la ciudad quedará tomado literalmente por música. monólogos, espectáculos infantiles, magia, conciertos, folk y rock en plazas como las de la Virgen, Pilar, Redonda, Almoina o Ayuntamiento.