Nadie dijo que los cambios fueran fáciles, ni tampoco que gustaran a todo el mundo, pero la entrada vigor ayer de la modificación de 11 líneas de las EMT (más la 95, que será efectiva a partir del 1 de septiembre) y la puesta en servicio de la nueva 99 (que sustituye a Metrorbital) contó con una buena aceptación por parte de los usuarios consultados por Levante-EMV en tres de estos recorridos. En general los viajeros creen que es una cuestión de «adaptación» y que los transbordos, que ahora se multiplicarán para favorecer la frecuencia y velocidad de los autobuses, no supondrán mayor problema siempre y cuando se confirmen los beneficios de cambiar de bus.

Cincuenta y cinco minutos tarda la nueva línea 99 en recorrer el Bulevar Sur desde el Palau de Congressos hasta la Estación del Cabanyal. El éxito de esta línea parece asegurado, no sólo por sus posibilidades (conecta con una treintena de líneas), sino porque dará un servicio más constante, rápido ya adecuado que la extinta Metrorbital, que dejó de funcionar ayer. Numerosos usuarios de la antigua línea de la Generalitat esperaban ayer en balde su bus blanco, aunque otros llegaban ya con la lección aprendida para probar ya las virtudes del nuevo servicio de la EMT. Carmen Verdú, jubilada, ya había hecho sus cálculos: «He cogido la 99 por ver el recorrido que tiene y ver si me conviene. Por ejemplo, para ir a la playa cogeré el 99 hasta el Cabanyal y allí el 32». «Creo que es bueno hacer cambios y con los transbordos no tenemos problemas los usuarios del bono oro porque podemos hacer los que queramos. Yo no tengo inconveniente», argumentó.

Lidia López se expresaba en términos similares y reconocía que antes no usaba casi nunca Metrorbital. «He usado la 99 para ir a la Fe porque me viene muy bien desde mi casa en Benicalap. No me molestan los trasbordos, porque ya ahora tenía que hacerlos con frecuencia. Además, si es más rápido, mejor», aseveró.

En cambio, para el joven Rubén Martín, de Creu Coberta, es esencial que la 99 llegue hasta el tanatorio de la avenida de Tarongers «porque para los universitarios sería ideal llegar hasta allí y andar hasta el campus». «Así tendemos que hacer transbordo con la línea 41. Los transbordos, si son veloces, sí que nos interesan a los usuarios, sería un buen paso adelante. Pero hasta ahora eran lentos, veremos», reconoce.

La misma reivindicación hizo ayer la presidenta de la Federación de Asociaciones de Vecinos, María José Broseta, al alcalde Joan Ribó, que se comprometió a estudiar esta ampliación en el futuro.

Sin problemas en la 81

La línea 81 es una de las que han visto alterada su recorrido, ya que ahora acaba en Xàtiva, donde los usuarios de l´Olivereta o Patraix deben transbordar con la 73, que asume su itinerario por estos distritos. De los usuarios cuestionados por este periódico, solo uno confesó que había de hacer el cambio, aunque no le importaba.

Consuelo González explicó que tampoco hacía antes el recorrido largo. «Soy usuaria habitual de la EMT, y si me afectaran los transbordos, los haría. Estoy de acuerdo si con ellos van a ser más rápidas las líneas», explicó.

Para la joven Marta Escribano hacer transbordo «es una faena», pero si hay que hacerlo, «se hace, aunque tengas que hacer dos viajes». Fernando José Deusa se mostraba mucho más conciliador y apostaba por los cambios: «Soy usuario de la 81 y la 89, fundamentalmente. Sobre los cambios, confío en el criterio de los profesionales para hacer una red mejor para la sociedad. Hay que acomodarse a los cambios si son para el beneficio de las personas. Lo que se trata es de ir mejorando para darle un buen servicio a los ciudadanos».

División en la 11

La línea más polémica de la remodelación, la 11, también fue la de mayor división de opiniones. La EMT ha cambiado el recorrido y las paradas que había junto al centro de especialidades, lo que muchos colectivos de mayores denunciaron porque les pone en peligro al tener que cruzar las vías del tranvía. Por contra, la línea es ahora 5 minutos más rápida.

José Carmona, usuario de Torrefiel, explicó que los cambios por una parte son mucho mejor, porque amplía el cinturón externo del itinerario». «He probado la línea 11 hoy y la verdad sí es más rápida y más directa», aseguró.

En cambio, José Marí Quintana los censuró: «El cambio de paradas está muy mal hecho. Antes la tenían aquí mismo y ahora hay que cruzar el tranvía y es muy peligroso. No solo personas mayores, también niños, carritos, etc. Prefiero ir andando al centro que cruzar las vías».

Carmen Pérez reconoció que el cambio de paradas le disgustaba porque «antes me era más cómodo», mientras que Isabel Martín consideró que un cambio «de 20 metros no supone ningún problema en el desplazamiento».