Cinco Harley Davidson propiedad del Ayuntamiento de Valencia saldrán en septiembre a subasta pública. Las motocicletas han superado finalmente el proceso de desafección pública - algo más largo de lo previsto en este caso- al tratarse de bienes del consistorio. Ahora pasan a ser considerados patrimoniales y por tanto quedan liberados para una transacción comercial de compraventa. La junta de gobierno local aprobará hoy el último trámite para que tras el verano puedan adjudicarse al mejor postor.

El precio de salida será el mínimo que marque el mercado, aunque la concejala de Protección Ciudadana Sandra Gómez espera «recuperar el valor de lo invertido» en su día. Como se recordará, las Harley se adquirieron por parte del equipo de gobierno de Rita Barberá en 2006 para la visita a Valencia del papa Benedicto XVI, con motivo del encuentro mundial de las familias. Costaron entonces unos 82.000 euros.

Gómez apuntaba ayer que una de las seis motos se guardará para que forme parte del museo de la policía local. Las cinco restantes se sacarán una por una a subasta. Creen los expertos consultados por la concejalía que así se aumenta la cotización de cada pieza. Sostiene Gómez desde un principio que este tipo de vehículos tiene mucha aceptación entre los coleccionistas. Están «customizadas», recuerda. «Tienen el escudo de la policía local, además de estar bendecidas por el papa», insiste.

El precio de salida, y el umbral en el que debe de moverse, se decidirá con el asesoramiento técnico de los mecánicos y según Gómez aún no está cerrado. El cuentakilómetros de cada una regista entre 6.000 y 7.000 kilómetros, «muy poco para los diez años de vida que tienen», incidía la edil socialista.