¿Se imaginan que los camiones de basura solo salieran a recoger los residuos cuando un sensor detectar que el contenedor está lleno? ¿O que buscar aparcamiento fuera tan sencillo como enchufar el móvil y saber en tiempo real qué zonas de la ORA están libres?¿Y que un sistema de detección de movimiento encendiera el alumbrado público en aquellas zonas más despobladas cuando realmente fuera necesario? ¿Saben lo útil que resultaría que los servicios municipales supieran en tiempo real las diferentes incidencias que se producen en una ciudad? Todas estas innovaciones estarán disponibles en Valencia a corto plazo, en un máximo de cuatro años, aunque en 2017 ya podrían funcionar algunos de estos nuevos servicios, que no solo mejorarán el funcionamiento del ayuntamiento, sino ofrecerán más información e interacción con el ciudadano.

El Ayuntamiento de Valencia pondrá en marcha un total de 17 proyectos que pondrán a la ciudad a la vanguardia de las denominadas «smart cities». El ambicioso plan denominado «Impulso VLCi» ha sido uno de los catorce beneficiarios de la II Convocatoria de Ciudades Inteligentes del Ministerio de Industria, Energía y Turismo, con casi seis millones de euros. La mayoría del presupuesto lo aporta el Estado, a través de Red.es, con la cofinanciación del Fondo europeo de Desarrollo Regional (FEDER), mientras que el ayuntamiento se hará cargo de un 30 % del importe, en este caso, 1,8 millones de euros.

Con 5.998.733,46 euros, Valencia es la quinta ciudad del Estado que más dinero percibe para desarrollar su modelo inteligente de ciudad, después de una convocatoria a la que se han presentado 111 propuestas de toda España.

De las iniciativas que desarrollará Valencia, «siete son compromisos de ahorro, y el resto mejoras y eficiencia de recursos», explicó el concejal de Innovación, Jordi Peris. Acompañado por el titular de Administración Electrónica, Pere Fuset, detallaron los 17 proyectos, que calificaron como «una extraordinaria noticia» para la ciudad. Tanto es así, que ambos interrumpieron sus vacaciones para anunciar las medidas.

Geolocalizador de incidencias

Se va a desarrollar una aplicación de información geolocalizada y georeferenciada, algo de lo que ya informó este periódico, y que se podrá aplicar a concejalías como Medio Ambiente o Parques y Jardines. Se conocerá en tiempo real cualquier incidencia que se produzca, con la premisa de solucionarla cuanto antes.

Se va a mejorar de la AppValencia, la aplicación cabecera del ayuntamiento y que ofrece todos los servicios al ciudadano a través del móvil. El compromiso es que todas las mejoras que se realicen «serán replicables por otros municipios», es decir, las podrán usar otras ciudades.

Se va a realizar la gestión inteligente del patrimonio cultural, como por ejemplo una mejora de la protección de la Lonja, analizando cuestiones ambientales y aspectos para favorecer su conservación. También se va a desarrollar la gestión inteligente de residuos urbanos, con sensores en los contenedores selectivos, para conocer su grado de llenado o vaciado, y que su recogida más eficaz. El alumbrado público en las pedanías contará con sensores de activación por movimiento y sistema antirrobo.

Respecto a la movilidad de la ciudad (la partida que más dinero recibe, alrededor de 2,3 millones), se va a realizar una gestión eficiente de aparcamiento para personas con movilidad reducida, con datos en tiempo real. Se va a implementar una gestión inteligente de las paradas de taxi con su disponibilidad, algo que ya se ha comenzado a trabajar. Del mismo modo, los transportistas podrán conocer qué espacios de carga y descarga están disponibles, por lo que favorecerá la movilidad y el reparto.

Puntos de recarga

La ORA tendrá nuevas funcionalidades, y por ejemplo podría indicar la disponibilidad de aparcamientos y abriría la posibilidad de aplicar diferentes tarifas en función de la demanda. «Será una gestión dinámica de la vía publica y de la demanda de los usuarios», explican.

También se va a poner en marcha una prueba piloto para puntos de recarga de vehículos eléctricos, una de las líneas estratégicas básicas para la movilidad sostenible en la ciudad.

La ciudad inteligente también automatizará la gestión del sistema compensatorio del agua para personas con menos recursos, explicará a la ciudadanía qué es y para qué sirve Impulso VLCi» e impulsará una red cívica local, para permitir la participación ciudadana.

También se elaborará un mapa del ruido de la ciudad, con una monitorización de todos los puntos de medida, para mejorar y reducir la contaminación acústica. Se colocarán 42 puntos en la ciudad para desarrollar un turismo inteligente y, por último, se instalarán sensores medioambientales en los autobuses de la EMT para controlar los niveles de polución en los barrios de la ciudad.