Gran parte de la calle Mariano de Cavia y varias adyacentes, en el barrio de Sant Isidre, amanecieron ayer con todas sus fachadas llenas de azufre en polvo, una práctica prohibida por la ordenanza y que periódicamente la Policía Nacional y Guardia Civil anima a denunciar. Este producto tóxico no evita que los animales miccionen en las paredes y además, como ha sido recordado por expertos, es nocivo para personas y animales al ser inhalado, ingerido o por contacto. Puede producir ulceraciones, conjuntivitis o asma y es altamente inflamable.