El voluntariado de Cruz Roja Española ha detectado 161 incidencias en el Parque Natural de la Albufera durante julio, el primer mes desde la puesta en marcha del proyecto medioambiental en el que han participado y que desarrollan conjuntamente el Ayuntamiento de Valencia y Cruz Roja con el objetivo de proteger el paraje natural.

Los voluntarios atendieron 23 incidencias de carácter urgente que precisaron de intervenciones inmediatas, siempre coordinadas con los guardias forestales y la Oficina Técnica del Parque Natural. Entre ellas se encuentra el humo surgido de la quema de rastrojos durante el fin de semana del 30 y 31 de julio, problemas sanitarios propios o de personas en el entorno e incidentes violentos. También se incluye, entre otras, la presencia de caravanas y defectos en carteles, señales y pasarelas de acceso. No obstante, la concejalía ha indicado que la mayoría de incidencias contribuyen al mantenimiento del parque.

Además, también se ha detectado la presencia de animales domésticos sueltos, visitantes cocinando con camping gas, vallas y cadenas rotas y el uso de hamacas al acampar, prácticas prohibidas en el parque que se cuentan entre los incidentes más graves.

Los ciudadanos que participan en el proyecto también se han encargado de la recogida de encuestas a los usuarios del paraje, en las que han apuntado propuestas relacionadas con los aseos públicos, los servicios de limpieza o la regulación del tráfico.

El concejal delegado de Conservación de Áreas Naturales y Devesa-Albufera, Sergi Campillo, ha subrayado que el voluntariado medioambiental de Cruz Roja, por primera vez en la historia de la Devesa y durante todo el verano, está ayudando «mucho» a conservar la zona gracias a sus labores, entre las que se incluye informar a los visitantes «de lo que se puede y lo que no se puede hacer». «Desde la concejalía de Devesa-Albufera», ha añadido, «nos marcamos como objetivo potenciar el voluntariado y esto es una realidad» después de «poco más de un año».

Implicación ciudadana

Cruz Roja Española inició el mes pasado este nuevo proyecto con el objetivo de mantener y defender, junto al Ayuntamiento de Valencia, uno de los parques naturales periurbanos más importantes de Europa, según ha señalado la concejalía. El objetivo, ha agregado, es implicar a la sociedad valenciana en la preservación del medio ambiente, la potenciación del voluntariado socioambiental y la profundización en el conocimiento de la biodiversidad del Parque, sin dejar de lado la colaboración con los trabajos de investigación.

En total, 116 personas provenientes de Cruz Roja han sido voluntarias durante julio, muchas de ellas originarias de la capital, aunque algunas procedían de diversas asambleas locales de la provincia. Su tarea consiste en detectar negligencias o incidencias en la zona, disuadir a los visitantes de comportamientos o acciones adversas para la flora o fauna, controlar los accesos a zonas restringidas y revisar vallados y accesos.

Hasta el 18 de septiembre y durante los fines de semana más cálidos del año, los participantes contribuyen a prevenir incendios en este paraje valenciano de alto valor biológico, científico, paisajístico y pedagógico.