El Ayuntamiento de Valencia implantará en la Devesa del Saler un sistema de defensa contra incendios por cañones de agua. El equipo de gobierno tiene previsto sacar a licitación el contrato para instalar estos dispositivos, similares a los que se utilizan desde hace casi seis años en El Vedat de Torrent, donde una red de quince cañones de entre 14 y 22 metros de altura proyectan globalmente más de 15.000 litros de agua por minuto en caso de fuego. Este mecanismo, pionero en su día en la Comunitat Valenciana, se activa desde una central de alarmas o un sistema de móvil. Cuando entran en funcionamiento se produce el efecto de una «lluvia incesante», en un radio de entre 40 y 50 metros cada uno. La inversión se considera prioritaria dado el valor ecológico de este enclave del Parc Natural de l'Albufera.

Sandra Gómez (PSPV), concejala de Protección Ciudadana, y Sergi Campillo (Compromís), de Devesa-Albufera y Gobierno Interior, comprobaron «in situ» la eficacia del sistema antiincendios en el monte de El Vedat en junio, y dos meses después se ha dado luz verde al proyecto. Las torres que pretende instalar el ayuntamiento de Valencia en la Devesa tienen una propulsión de entre 14.000 y 15.000 litros de agua por minuto y cañón, superando la capacidad de un hidroavión, que suele expulsar unos 6.000 litros por minuto.

Este sistema antiincendios se sabe más eficaz que el de las cámaras térmicas «Dister» ubicadas en los edificios de las urbanizaciones del monte de la Devesa, que además no funciona desde hace tres años, tal como ha denunciado varias veces Gómez. La edil socialista, que cuando regrese de las vacaciones ocupará la alcaldía accidental en sustitución de Joan Ribó, cuestionaba hace semanas la necesidad de arreglar dicha avería . «No dieron un resultado muy adecuado en los últimos años», viene sosteniendo desde entonces.

El nuevo sistema que se pretende contratar tiene unos sensores que, en función de las condiciones climatológicas, ponen inmediatamente en marcha la aspersión mediante cañones de agua. Algo que para Campillo sería «la guinda del pastel de protección de la Devesa-Albufera». «Tenemos una red de hidrantes muy extensa, el Parque de Bomberos, el Servicio de Devesa-Albufera, pero queremos ir a más», explicaba Campillo en la campaña de protección. La apuesta del Govern de la Nau implicaría un gasto superior al millón de euros, pero estaría justificado por el elevado riesgo de incendio. Hace ahora un año ardieron seis hectáreas de pinos, palmitos, lentiscos y enebros. Lo que arrancó como un fuego menor, acabó extendiéndose hasta las dunas por el viento de poniente y se tardó más de 24 horas en extinguir.

Prácticas prohibidas

El balance de las intervenciones del voluntariado de Cruz Roja del mes de julio, hecho público el lunes por el ayuntamiento, arrojaba datos preocupantes sobre las 161 incidencias detectadas por el servicio. De ellas, 23 fueron de carácter urgente como son la quema de rastrojos o el encender fuegos para acampada, algo totalmente prohibido, por lo que la intervención— coordinada siempre con la Oficina Técnica del Parque Natural y los guardas forestales— fue inmediata.