El alcalde de Valencia, Joan Ribó, se reunió ayer con el jefe de la Demarcación de Costas de Valencia, Vicente Iborra, para tratar la falta de arena en la playa de la Garrofera, lo cual implica la reducción del espacio existente entre las viviendas y el mar. El hecho de que falte arena en esta zona costera situada en la Devesa del Saler no es una novedad, «como tantos otros problemas que han dejado de atenderse demasiados años en la ciudad», criticó Ribó. La solución se basa en la aportación de arena con un grano y características parecidas a la original, que frene la regresión y que Ribó se comprometió a reclamar ante el gobierno central.