A pesar de que el emplazamiento del aparcamiento del puerto de Valencia evita que los vecinos sufran molestias de los botellones que ahí se celebran, los residentes cercanos han observado que el agua de la dársena y sus animales sufren las consecuencias. Se han detectado botellas de todo tipo flotando y los residuos suponen un riesgo para la fauna de la zona. En el caso de las gaviotas, que se cuentan en gran cantidad, pueden ahogarse al quedar enganchadas a las bolsas de plástico. Los residentes sugieren la instalación de rejas que impidan que el viento arrastre las bolsas hasta el agua, más contenedores y un mayor control policial.