Las grabaciones realizadas por Marcos Benavent como un «seguro de vida» para que «cada uno asuma su responsabilidad de lo que hacía» han supuesto la tumba política para los protagonistas que aparecen en ellas pero también un fiable GPS a través de la trama corrupta para los investigadores. Las empresas que Alcón y Benavent citaban como idóneas eran las que acababan ganando los concursos. La exconcejala niega la mayor y, ante la Guardia Civil y el juez, reconoció su voz pero negó que ella tuviera capacidad de decisión sobre los pliegos y contratos (que derivó en el edil de Contratación, Félix Crespo y los funcionarios).

Las grabaciones demuestran que Alcón y Benavent no actuaban por cuenta propia. La mordida de 20.000 por las obras de las torres de Quart se reparten «10.000 euros para ella, 5.000 para él y 5.000 para el partido». En otro audio, laexconcejala y el exrecaudador tratan sobre la empresa más idónea para restaurar las Torres de Quart. Ambos se decantan por Cleop porque «los técnicos están encantados» y «ayuda mucho al partido». Dos detalles que llevan a los investigadores a asegurar que «el Partido Popular no sólo tenía constancia de las irregularidades en la contratación pública, sino que presuntamente incluso obtendrían beneficio de ello».