Valencia iniciará a finales de este año un programa piloto con hasta mil personas mayores de 65 años, a las que monitorizará con sensores fuera y dentro de sus hogares. El objetivo no es otro que dar un paso más allá de la teleasistencia y dar una respuesta más rápida y adecuada ante los posibles problemas que puedan tener en su quehacer diario. La experiencia piloto está financiada con 1,4 millones de euros de fondos europeos y pretende mejorar la autonomía de los dependientes y su calidad de vida.

El programa piloto ha sido diseñado por las concejalías de Bienestar Social e Innovación Democrática junto a la fundación InnDEA, mientras un grupo de empresas tecnológicas serán las encargadas de ponerlo en marcha. La alcaldesa accidental y concejala de Benestar Social, Consol Castillo, explicó un caso práctico de aplicación de este proyecto. «Pongamos que una persona mayor se levanta cada día a las 7 de la mañana, va el baño y luego a la nevera, pero si en un momento dado esto no se produce, entonces saltaría una alarma que detectaría la necesidad de atención», detalló la edil de Compromís, que añadió que el programa «dará seguridad a las personas dependientes porque sabrán que están atendida y también a las familias, que las liberará del estrés al que normalmente están expuestas».

Consol Castillo garantizó que el programa no supondrá ninguna merma de la privacidad de las personas. El concejal de Innovación, Jordi Peris, explicó que se instalarán de sensores con tecnologías inalámbricas y sensores de presencia o energía «pero no estamos planteando la instalación de cámaras», aclaró. «Fuera del hogar habrá qué definir qué sensores se utilizan, en función de las personas, porque habrá personas que tendrán smartphone y otras no», señaló.

42 meses de trabajo

Peris, dio varias pinceladas los aspectos técnicos del proyecto: «En el programa piloto de Valencia participarán hasta un máximo de mil personas, desplegando 4 o 5 sensores por cada casa. Va dirigido a personas mayores de 65 años que vivan solas o vivan el mayor tiempo sola». El regidor de València en Comú explicó que el proyecto comenzará a finales de año, y tiene 42 meses de duración, «por lo que a final de mandato se hará la evaluación final». La idea del consistorio es ir incorporando esta tecnología en próximas contratas de Bienestar Social.

En palabras de Jordi Peris, el objetivo del plan es «crear sistemas integrados de tecnologías y servicios de uso sencillo y fácil configuración para permitir que las personas estén permanentemente conectadas, dentro y fuera de su hogar». «El proyecto consiste en la supervisión constante de la persona en su casa y fuera de ella para conocer su actividad cotidiana a través de sensores inalámbricos. A partir de los datos recogidos se identificarían patrones y rutinas de comportamiento que permitirán detectar desviaciones significativas de la norma. Esas desviaciones podrían ser síntoma de alguna incidencia, por lo que su detección temprana ayudaría a organizar una actuación rápida de asistencia», relató.

Castillo también explicó que hay estudios que señalan que este tipo de atenciones alarga dos años la autonomía de las personas mayores en su propia casa. «Eso es calidad de vida y además supondrá un ahorro recursos para la Administración. Esto es poner a Valencia en la vanguardia de las políticas sociales, no desde el punto de vista asistencialista, sino porque dará mayor autonomía a las personas mayores», insistió la regidora de Compromís, que añadió que la idea del consistorio es ir incorporando esta tecnología en próximas contratas de Bienestar Social conforme se vaya desarrollando el programa piloto que en pocos meses pondrán en marcha.