La exconcejal del PP de Valencia, Maria José Alcón, admitió en su declaración ante la Guardia Civil y el juez que el presunto blanqueo de dinero durante la campaña electoral municipal de 2015 no fue un caso aislado. Alcón explicó en su declaración a los agentes de la Unidad Central Operativa que «el Partido [Popular] hacía lotería para ganar fondos y que coincidiendo con la recogida de la lotería en la sede del grupo municipal [Popular], Maria del Carmen García-Fuster me dió un billete de 500 euros que tenía que devolverle en billetes más pequeños». Sucedió «durante las Navidades de 2014 a 2015» y la exconcejal y entonces asesora del PP aseguró desconocer «la procedencia de los billetes de 500 euros que me daba García-Fuster».

Se trata de una práctica similar al «pitufeo» realizado meses después durante la campaña electoral: los concejales y asesores ingresaron 1.000 euros en la cuenta opaca del grupo municipal popular y, después, se les devolvía en dos billetes de 500 euros, según admitió la propia Alcón y declararon otros cuatro asesores. Alcón admitió ante el juez y al Fiscal Anticorrupción que «entendía que se trataba de una operativa extraña» pero «como García-Fuster es una persona autoritaria, lo de los billetes me lo dijo con modos autoritarios, como habitualmente hacía ella y obedecí». La exconcejala y exasesora nunca se atrevió a quejarse sobre esta «operativa extraña». «Lo habría hecho si hubiera sido una cosa más reiterada», aunque sí que lo comentó con su actual marido, el exvicealcalde de Valencia, Alfonso Grau.

Respecto a la red de mordidas en la Concejalía de Cultura que ella dirigía, Maria José Alcón negó ante los investigadores haber recibido «nunca ninguna cantidad económica, prebendas o regalos que no fuera mi salario profesional (...) Yo cobraba 5.000 euros al mes, no iba a jugarme mi carrera ni por 9.000 euros ni por otra cantidad».

Escuchó grabaciones de Benavent

Aunque Alcón tuvo que escuchar en presencia de la Guardia Civil las grabaciones realizadas por Marcos Benavent en las que amañan los contratos y se reparten las mordidas. La exasesora popular se escudó ante los agentes en que las grabaciones «están manipuladas por personas que quieren causarme daño». Alcón reconoció su voz «pero no la de la otra persona», en referencia a Benavent, con quien aseguró «nunca he mantenido una conversación en privado, aunque sí en algún acto público porque era amigo de mi exmarido». Aunque las grabaciones son tan evidentes (en el apoyo adjunto se reproduce un fragmento en el que la exedil inquiere a Benavent para que se apresure a reclamar la comisión por una adjudicación) que Alcón admitió ante el juez que quería darse una importancia y un poder decisión que no tenía ante el amigo de su marido (Benavent), pero que ella ni decía sobre las contrataciones ni los pliegos, decisiones que descargó en funcionarios y el concejal de contratación.