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Desde el cisne a Callosa d'en Sarrià

Desde el cisne a Callosa d'en Sarrià

María Gabriela nació en la provincia ecuatoriana de Loja. Fue madre muy joven. Pronto su marido empezó a amargarle la vida. Una noche huyó con su hija Fresia a la ciudad de Guayaquil. Trabajó de cocinera en un restaurante, «El Pájaro Azul», nombre de un aguardiente de caña hervido con cáscaras de mandarina y que tiene un precioso color azul.

Pronto se enamoró del encargado, un hombre casado con el que tuvo a su segunda hija, la llamaron Anita Lucía. Su relación nunca fue fácil, así que decidió pagarle el viaje a España.

María Gabriela se reunió con una prima que vivía en Callosa d'En Sarrià. Desde entonces, como ella , se dedica a cuidar a personas mayores y a hacer las tareas de las casas de otros.

En el poblado de El Cisne, en la provincia de Loja, allá por el año 1594, cuando atravesaban una dura sequía y una horrible plaga de ratas, se les apareció la Virgen y les trajo la ansiada lluvia.

Agradecidos construyeron una sencilla capilla de adobe y paja. Más tarde, cerca de la recién fundada ciudad española de Loja, levantaron un templo. Encargaron al escultor de la escuela sevillana, Diego de Robles, que tallara una imagen de la Virgen. De un pedazo de madera de roble, con gubias y cinceles, esculpió una bella imagen policromada similar a la Virgen de Guadalupe, la que se veneraba en Cáceres, su provincia natal. La llamaron la Virgen de El Cisne, conocida también como «La Churona» por su rizada peluca. En 1826, el libertador Simón Bolívar oficializó la romería de la Virgen del Cisne.

Cada año durante tres días, una multitud de ecuatorianos recorren los 75 kilómetros, distancia que hay entre el poblado del Cisne y Loja la capital de la provincia. Desde hace algunos años los ecuatorianos celebran ésta fiesta también en Madrid, Bruselas o Nueva York .

Cuentan que el nombre de «El Cisne» tiene su origen en la leyenda germana de Lohengrin, hijo de Perceval, caballero cristiano del Santo Grial quien llegó en una barquilla tirada por un cisne blanco para disputar al malvado Telramund el ducado de Brabante a favor de Beatriz.

Tras la victoria, Lohengrin le puso una condición muy simple a Beatriz, que nunca le preguntara sobre su origen, pero ella no pudo cumplir la promesa, entonces Lohengrin se marchó para siempre. Beatriz murió desconsolada. Más tarde la «Real Orden de los Caballeros del Cisne» se dedicó a levantar templos en honor a la Virgen en la cima de las montañas. Se refugiaban en el castillo de Neuschwanstein (Paseo del Cisne) construido por Luis II de Baviera, miembro de la orden.

Éste domingo las campanas volteaban en el templo parroquial de Callosa d'En Sarrià, después de la misa, los ecuatorianos residentes en el pueblo trasladaron en procesión la imagen de la Virgen del Cisne por sus principales calles. Ataviados con vistosos trajes bailaron danzas típicas en la Plaça del Convent.

Resulta sorprendente que miles de españoles hace más de quinientos años abandonaran éstas tierras en busca del nuevo mundo y ahora otras personas le den la vuelta a la historia al partir de un pequeño pueblo de la provincia de Loja, ciudad fundada por conquistadores españoles, para establecerse en algún pueblo de la geografía española en busca de mejores condiciones de vida.

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