Los vecinos de las calles San Juan Bosco y Santiago Rosiñol, sobre todo en la parte más cercana al parque, han denunciado las molestias que se producen en la vía pública como consecuencia de la aglomeración de gente y de posibles actividades ilegales. Lo más preocupante, por constante, es el ruido que estas personas producen hasta altas horas de la madrugada, pues suelen reunirse hasta 20 niños y adultos en plena calle.

Así mismo, han realizado fotografías que podrían mostrar desde el trapicheo de droga hasta la exhibición de armas, una situación que soportan, según dicen, desde hace varios años.

Esta zona de Orriols, conocida popularmente como el barrio Barona, es una de las más conflictivas de la ciudad por la llegada de multitud de familias, españolas y no españolas, que han ocupado ilegalmente las viviendas recuperadas y abandonadas por los bancos después de desalojar a los vecinos que no pudieron pagar sus hipotecas. Las intervenciones de la Policía Local, que, según dicen, son permanentes en la zona, no han conseguido acabar con el problema.