Tras la marcha de Joan Calabuig, comienza un nuevo curso político con importantes cambios en el grupo socialista y con usted como portavoz y primer teniente de alcalde.
Si. Para mi ha sido una sorpresa. Yo tenía preparado el inicio de curso desde el área de Protección Ciudadana y no me esperaba este cambio. Mira si fue sorpresa que me pilló cogiendo un avión porque me iba quince días de vacaciones.
Es una vuelta con mucha más responsabilidad.
Es verdad que ahora hay muchos retos, para mi se han abierto unos escenarios que hasta hace un mes no me imaginaba y hay que prepararlos bien. Ahora soy portavoz del grupo y eso es un cambio muy importante, tienes que estar preparada para asumirlo y ser solvente. Ahora ya pasas a representar a miles de personas que quieren que su representante pública haga su trabajo y transmita unos valores en los que ellos se sientan representados. Hay que tener muy claro lo que se hace y lo que se dice.
¿Está ya organizado el grupo?
No. Tiene que entrar Anaïs (Menguzzato) en el pleno del mes de septiembre y hasta que ella no entre no haremos esa reorganización.
¿Las áreas están delimitadas? ¿Eso está claro?
El Grupo Socialista tiene muy claro que las áreas están perfectamente delimitadas y que esto no es más que una sucesión de personas, por lo tanto no tiene que haber ningún debate más.
¿El resto de socios de gobierno lo tienen igual de claro?
Así debe ser. Aquí hay tres grupos políticos que firmaron el Pacto de la Nau, en el que se estableció de forma clara qué responsabilidades iba a asumir cada grupo. El Partido Socialista es un partido de 130 años de historia cuyo modelo se basa en proyectos, en principios, en valores y en políticas. Y por eso pervive en el tiempo, porque no basamos nuestro proyecto político en liderazgos personales, sino en equipos de trabajo. Por tanto, para nosotros lo importante no son las personas. Ahora se ha ido Joan (Calabuig), mañana me iré yo y el proyecto socialista seguirá adelante. Por tanto, nada debe cambiar porque cambien personas en el grupo.
¿Alguno de sus socios le ha hecho llegar su malestar por este relevo?
A mi personalmente no. Sé lo que he podido seguir en la prensa porque algún miembro de Compromís ha hecho declaraciones en ese sentido. Pero yo quiero incidir en que no debe haber malestar, porque es una cuestión de nuestro grupo, que es independiente al resto, y nosotros decidiremos cuál es la mejor forma de organizarnos. Y dicho esto, tengo que decir que precisamente las áreas de Joan (Calabuig) se han gestionado muy bien, por ejemplo el sector del turismo. Por tanto, lo que funciona bien no hay que cambiarlo. Si estás dando un buen servicio público, tienes que seguir esa línea y no atender a intereses de partido o intereses de otros grupos políticos.
Ha citado el turismo. Esa es una de las áreas, como la de empleo, que parece que está en liza.
Hace un año un grupo de partidos firmaron un compromiso político para formar un gobierno de progreso. Ese acuerdo determinó que Joan Ribó fuera alcalde, que el Grupo Socialista tuviera la primera vicealcaldía y que València en Comú asumiera también muchas áreas de gestión. Y eso hay que respetarlo. No ha cambiado absolutamente nada. No se pueden cambiar las reglas a mitad de partida.
¿Es posible crear una gran área de movilidad que agrupe los servicios de la grúa o la ORA, que era otra de las opciones?
Eso legalmente es imposible, porque la potestad sancionadora es de la Policía Local y es la policía la que determina qué coches se lleva la grúa. No hay ningún otro funcionario que pueda hacer eso, por tanto es absurdo plantearlo. No procede.No es factible. Eso está zanjado.
¿Debo entender, por tanto, que el tema del relevo está cerrado a todos los efectos?
Si. Cuando venga el alcalde estoy segura de que volveremos a lo pactado hace un año. Joan (Ribó) ha actuado siempre correctamente y no creo que ahora haga una excepción. No creo que vaya contra el Pacto de la Nau que a él lo hizo alcalde.
Este liderazgo en el ayuntamiento la coloca en primea línea para optar a la secretaria general del partido y ser candidata a la alcaldía dentro de tres años. ¿Cuáles son sus planes?
Son momentos diferentes. Cuando uno toma una decisión de tanta envergadura de presentarse a liderar el partido o ser candidata tienes que llegar con una hoja de servicios impoluta, y cuando llegue ese momento yo tendré que echar la vista atrás y ver si soy la persona más adecuada y si realmente puedo aportar algo a mi partido.
Deduzco entonces que no está en la carrera por la secretaria general , que debe resolverse en unos meses.
Lo que digo es que no estamos en ese momento. Es que aún no hay ni gobierno ni hay fecha del congreso nacional.
En cualquier caso, hablamos del año que viene.
Ahora soy portavoz del grupo municipal y eso conlleva también la responsabilidad de activar el partido. Yo quiero ahora, con este nuevo liderazgo, que eso repercuta directamente en el partido. Es verdad que estamos en una época inusual y es verdad que el partido está en una situación de interinidad, y yo ahí digo que hay que empezar a reactivarlo todo, y si en estos meses yo puedo hacer que el partido empiece a trabajar, que la gente empiece a motivarse e ilusionarse con un nuevo proyecto, yo lo voy a hacer. No podemos esperar más. Es mi obligación.
Superemos el momento del congreso y de la secretaría general. ¿En su cabeza ronda al menos ser candidata dentro de tres años?
Contesto lo mismo. No es ahora el momento. La responsabilidad de candidata no es sólo de cara al partido o la ciudad, es que eres la candidata del Partido Socialista y eres la candidata de emociones, esperanzas, sentimientos. Nos tienes que representar muy bien. La gente cuando coge tu papeleta la coge porque se siente representada en ti. Y eso es lo que me da miedo y respecto. No se puede presentar cualquiera. No hay nada más duro para un partido o una persona que causar decepción.
¿Siente el calor del partido en esa carrera que ahora empieza?
Claro que sí. En la militancia tenemos ganas de demostrar lo que vale este proyecto y lo que representa el Partido Socialista en aras de mejorar la calidad de vida de la gente. Yo me siento respaldada y no sólo porque me hayan lanzado ahora muchos mensajes de cariño, es que yo iba de número dos en la lista que se votó en el partido y por tanto me siento respaldada por toda la militancia.
