Lo que parece un simple repintado de pasos de peatones, esconde en el fondo un cambio en la filosofía de la movilidad de la ciudad, en la que el Govern de la Nau trata de devolver el protagonismo al viandante. Según la estadística oficial, más de la mitad de los desplazamientos en Valencia se hacen a pie, por lo que parece lógico que se trabaje por y para mejorar los trayectos peatonales.

En ese sentido, la Concejalía de Movilidad Sostenible ha comenzado a trasladar varios pasos de peatones con el objetivo de, curiosamente, acercarlos a las rutas habituales que realizan los viandantes. Es decir, que cuando llegan a una intersección no tengan que desplazarse varios metros hacia un lado para cruzar una vía, sino que lo lógico es que su camino continúe de manera lo más recta posible, siempre y cuando no se ponga en peligro su seguridad.

Hace unos días Movilidad Sostenible trasladaba un paso de cebra en la calle Arzobispo Mayoral, de tal manera que se favorecía el tránsito de los viandantes por esta calle peatonal, ya que antes debían desplazarse un metros para continuar su camino.

Ayer se materializó otra medida similar en el cruce de la avenida de Blasco Ibáñez y la calle del Cardenal Benlloch. En esta intersección el paso de viandantes se ha acercado a Blasco Ibáñez para dar continuidad al flujo peatonal recto de esta avenida, pese a que durante décadas se desvió a la ciudadanía un centenar de metros para que el tránsito de los vehículos fuera más cómodo.

Esta actuación responde a una reivindicación vecinal histórica, puesto que muchas personas realizaban el cruce de forma recta, lo que ha generado numerosos accidentes en ese punto durante las últimas décadas. «Por fin hemos corregido una anomalía que se había prolongado demasiado tiempo en este cruce en el que se encontraba el tristemente célebre semáforo de Europa», ha destacó el concejal de Mobilitat Sostenible, Giuseppe Grezzi.

De esta medida se beneficiará también la EMT, dado que en ella se ha demolido parte de la mediana central de Cardenal Benlloch, por lo que los autobuses realizarán su maniobra de giro con total seguridad en su dirección hacia la calle de Clariano. A su vez, permite que los turismos accedan a la vía de servicio de Blasco Ibáñez en un movimiento que hasta ahora no estaba autorizado pero era muy demandado.