El portavoz del Grupo Popular, Eusebio Monzó, aseguró ayer que la reunión del tripartito «pone en evidencia las discrepancias abiertas entre sus miembros y sus diferentes prioridades, que están provocando la paralización de ciudad y el que los barrios, después de más de un año de gestión del actual gobierno municipal, estén abandonados y sin que se ejecuten inversiones para construir nuevos equipamientos o para mantener los existentes».

Monzó destacó que las dificultades del tripartito para actuar de manera coordinada se pusieron de manifiesto en la elaboración del presupuesto del año pasado, «cuando se produjo una confrontación entre los tres partidos para ver quien se llevaba mayor tajada de las partidas, sin pensar ninguno de ellos en el interés general de los valencianos». Monzó pronosticó que las discrepancias «se agudizarán» hacia el final del mandato.

Por su parte, el portavoz de Ciudadanos, Fernando Giner, instó al tripartito «a definir el modelo de ciudad en vez de hacer un reparto del presupuesto por cuotas de poder». «El equipo de Ribó se caracteriza por la descoordinación y la falta de gestión —aseguró—. Empiezan la casa por el tejado. Lo primero es saber qué ciudad se quiere y, cuando todo el equipo sabe el objetivo, se establece la estrategia. Sin embargo, vemos que de lo único que hablan es de cuánto poder y cuánto gasto va a hacer cada uno de los concejales».