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«Antes en verano no venía nadie y este mes de agosto hemos estado al 85 %»

El presidente de la Unión Hotelera ve una amenaza en el descontrol de los apartamentos turísticos

Ximo Solá es el presidente de la Unión Hotelera de Valencia. Es una de las personas y una de las entidades más interesadas tanto en el crecimiento del turismo como en el control de su calidad. La ilegalidades en el sector son el enemigo y la generación de productos especializados la solución. Es decir, hay plena sintonía con la administración local, otro factor destacado por ambas partes.

«Efectivamente, la evolución de este año está siendo muy buena», dijo Solá. «Habitualmente no teníamos a nadie en verano y este mes de agosto hemos tenido una ocupación del 85 %», precisa. Es más, «los restaurantes de la playa han tenido «una ocupación plena», dijo.

Eso significa que hay que tomar medidas desde este mismo momento y «primar la calidad sobre la cantidad». «Tenemos que apostar por la especialización, la calidad, la formación...».

El enemigo es «el empresario que quiere ganar dinero rápido, aprovechar el momento y trabajar con un turismo poco fidelizado». Es el turismo «low cost» que se ha impuesto en los último años y que tantos problemas está generando a los vecinos de Ciutat Vella o Russafa.

Este tipo de establecimientos, además, «facilita el descontrol del turismo» e incluso el fraude fiscal, de manera que «si el mercado está pidiendo este producto, como parece que realmente ocurre, hay que regularlo. No vale ponerse a explotar un piso sin control administrativo y sin pagar impuestos», recalcó.

Lejos de Barcelona

Por lo pronto, Ximo Solá asegura que Valencia está muy lejos del caso de Barcelona, que tiene una ocupación «alta y sostenida en el tiempo». «Aquí tenemos picos y valles con ocupaciones de 65-70 por ciento, pero en Barcelona hay hoteles que llevan tres años con ocupaciones constantes del 85-100 por cien». «Allí dicen que no saben cuánto va a durar esto y se preguntan cuándo se va a pinchar la burbuja, pero la burbuja no se pincha».

En Valencia, afirma el presidente de los hoteleros, «estamos lejos» de eso y «tenemos que ser inteligentes para que no nos pase». «Tenemos que aprender de los errores ajenos», dice. De esa manera el futuro puede ser bueno. «No veo amenazas. Valencia seguirá creciendo. Se están enfocando bien las cosas. Y eso es lo que nos puede salvar», termina.

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