El Ayuntamiento de Alboraia tomó ayer la decisión a pie de playa, de cerrar la Patacona a los bañistas que achabaca a los vertidos del emisario de Vera, fundamentalmente toallitas higiénicas que se lanzan por el inodoro. El consistorio achacó el problema al Servicio del Ciclo Integral del Agua de Valencial « que es muy consciente del problema y no ofrecen soluciones a los vecinos de Alboraia», explicaron. Fuentes del ayuntamiento de Valencia desconocían el vertido y pusieron en duda que se debiera al emisario de Vera.

El Ayuntamiento de Alboraia, a través de su concejalía de Medio Ambiente, además de realizar trabajos de limpieza que proseguirán hoy desde primera hora, tomó la decisión a pie de playa, de cerrar la Patacona a los bañistas. «Todo ello supone un incremento de recursos técnicos y humanos para atender la limpieza y mantener la calidad de la playa de Patacona», aseguraban desde el consistorio de l´Horta.

El alcalde de la localidad, Miguel Chavarría, insistía en la necesidad de abordar el problema cuanto antes para evitar estas desagradables molestias a los vecinos y mayores perjuicios a las playas.

Una de las mayores concentraciones de agua se registró en la Playa de la Malva-rosa y el Paseo Marítimo de Valencia. La calzada, el paseo y los jardines se vieron especialmente afectados por las lluvias, que en este caso se encontraron con el problema añadido de tener bloqueados los drenajes a la arena. Según explicaron fuentes del Ciclo Integral del Agua, el Paseo Marítimo está pensado para desalojar el agua a la playa. Sin embargo, la acumulación de arena en el litoral norte de la ciudad ha elevado su nivel por encima del paseo y ha taponado los drenajes, consecuencia de lo cual es que el agua quede retenida, sobre todo en los tres accesos a la playa, que están más bajos de nivel. Ayer seguía inundado el entorno de la Plaza de Los Delfines y también la posta sanitaria donde está la oficina de la Policía Local. En las playas de la Malva-rosa y el Cabanyal, también el viento arrancó numerosas papeleras y la cubierta asfáltica de la Biblioteca del Cabanyal. Cabe destacar el desprendimiento de baldosas de unos grandes almacenes y un centro comercial de la Avenida de Francia y el derrumbamiento de un falso techo de unos 4 metros cuadrados en la calle Pedro Juan Núñez, 23. En ningún caso hubo daños personales.