El concejal de Comerç del Ayuntamiento de Valencia, Carlos Galiana, ha hecho balance del Bonica Fest, la gran fiesta de los mercados municipales que superó "todas las expectativas" del equipo de gobierno con una afluencia cercana a las 50.000 personas, según ha explicado el regidor de Compromís.

Galiana, que ha calificado la iniciativa como un "éxito en general", ha detallado que el Bonica Fest reunió la noche del pasado sábado a 50.000 personas en los catorce mercados municipales que celebraban la jornada de puertas abiertas vespertina y nocturna. "Solo los tres grandes mercados, Central, Russafa y Cabanyal, consiguieron atraer a 20.000 personas, pero además centros como el del Torrefiel contabilizaron a 2.900 asistentes o 1.500 en el recinto de Jerusalem.

El concejal de Comerç asegura que se ha cumplido el objetivo de "poner en valor los mercados municipales y ponerlos en el mapa". "Lo que más valoro es la repercusión que han trenido los mercados en las últimas semanas. Son un agente económico y social fundamental de la ciudad y seguiremos apostando por ellos", ha señalado el regidor, que ya piensa en la edición 2017.

El Bonica Fest fue tendencia en las redes sociales en Valencia, a nivel autonómico y a nivel nacional, ha señalado Galiana, que ha dado las gracias a una larga lista de patrocinadores y colaboradores, además de sus compañeros de equipo de Gobierno y, sobre todo, "a los vendedores por el gran esfuerzo realizado".

Sobre las quejas de algunos vendedores del Mercado Central porque no pudieron vender todo el género que habían preparado (ya que no pudo entrar todo el público agolpado en los aledaños del recinto, Carlos Galiana explica que también otros vendedores del mismo centro se felicitaron "porque este año los clientes sí han pasado por todos los pasillos". No obstante, Galiana ha señalado que era prioritario un control de accesos para evitar cualquier problema de seguridad. "El aforo tiene unos planes de emergencia. El control de accesos es muy importante y la gente que estaba dentro era la que cabía, ni más ni menos. Tenemos que aplicar las medidas de seguridad. Meter 1.000 personas más es un problema, y no podemos permitirlo", ha recordado.