Todo el debate sobre el estado de la ciudad, el primero que se celebra con intervención del alcalde y de entidades ciudadanas, estuvo salpicado o directamente centrado en la situación de nueve de los diez concejales del Partido Popular, investigados por un presunto delito de blanqueo de capitales. Todos los partidos les pidieron su dimisión por el bien de Valencia y el primero fue el propio alcalde, que al término de su discurso amplió su petición a la anterior alcaldesa, Rita Barberá.

«Esto es cosa del pasado pero nos afecta en el presente y quiero que, cuanto antes mejor, nos quiten esta losa para el futuro de la ciudad», dijo el alcalde. «O lo hacen ellos o lo ha de hacer su partido, pero actúen ya», remató.

Su compañero de partido, Pere Fuset, llegó incluso a pedirles «por favor y por Valencia» que den un paso atrás y ayuden a «limpiar la imagen de Valencia». Tras leer el nombre de los nueve investigados, les pido que «si de verdad quieren a esta ciudad dejen ahora mismo el acta de este ayuntamiento». La portavoz socialista Sandra Gómez, añadió que si no toman decisiones, se lo van a seguir pidiendo desde el equipo de Gobierno. De hecho, anunció, en el próximo pleno van a plantear la reprobación a Rita Barberá.

Ante esta avalancha de críticas, soportadas estoicamente por los ediles populares, su portavoz, Eusebio Monzó, pidió respeto para la presunción de inocencia y se puso a sí mismo como ejemplo. «Yo estuvo imputado, pero no soy un sinvergüenza», dijo antes de preguntar a la bancada del gobierno: «¿Son ustedes los que quieren pasar página?, ¿Ustedes so los que quieren la regeneración? Dejen de utilizar la Justicia para beneficio partidista».

Sus intentos, sin embargo, no frenaron a nadie. También el portavoz de Ciudadanos, Fernando Giner fue claro en este sentido: «El Grupo Popular tiene que hacer una reflexión y hacer un ejercicio de responsabilidad para que esta ciudad no se vea afectada», dijo.