La Junta de Gobierno Local del Ayuntamiento de Valencia ha aprobado esta mañana las ordenanzas fiscales del año que viene, manteniendo la subida aplicada el año pasado a los comercios cuyos locales tuvieran un valor castastral superior a los 250.000 euros. El Grupo Socialista, socio de gobierno, ha presentado una moción para que el listón se subiera a los 350.000 euros y de esa manera «salvar» a unos 300 comercios, muchos de ellos históricos, pero los otros dos socios lo rechazaron, por lo que al final hubo un voto particular en contra del PSPV.

Para los portavoces de Compromís y València en Comú, Pere Fuset y Jordi Peris, el acuerdo del año pasado ha funcionado bien y es similar al de otras ciudades españolas, además de obedecer al criterio de que pague más quien más tiene.

Por su parte, la portavoz socialista, Sandra Gómez, ha dicho recoger la propuesta de los comerciantes del centro histórico y defiende la necesidad de proteger al pequeño comercio y sobre todo al comercio tradicional frente a las grandes franquicias. Según sus datos, con su propuesta podría beneficiarse a 300 establecimientos y dejar de recaudar únicamente 200.000 euros.

Esta mañana también se ha aprobado la revisión de las tasas de mesas y sillas, para lo cual se han creado tres zonas. El centro y el entorno del Jardín del Turia pagarán más y el resto quedará congelado o pagará menos. La recaudación bajará ligeramente.