«Tots a una veu». Ese será el lema que presidirá los actos festivos del próximo 9 d´Octubre, con un marcado aire reivindicativo. La Generalitat Valenciana pretende, en un día tan significativo y simbólico, dar visibilidad a la Comunitat Valenciana y a sus eternos problemas de infrafinanciación autonómica. Con esa frase, tomada del himno, el presidente Ximo Puig busca trasladar al gobierno central «el problema valenciano». Un menosprecio que en los últimos días ha resurgido con crudeza con el «olvido» de Fomento en los planes presentados a Bruselas de una infraestructura tan determinante como el túnel pasante. Puig presentaba ayer la imagen de la campaña, que pretende resaltar «la fuerza de la unidad de los valencianos». Una unión, en sus palabras, «más importante que nunca». «Tots a una veu' es una forma de transmitir un mensaje emocional, con el objetivo de comunicar aquello que queremos hacer, que es este proceso de reparación, reconstrucción y renacimiento de la Comunitat Valenciana», incidía el president.

Puig aprovechaba para recordar la necesidad de levantar la «hipoteca reputacional» y recuperar el orgullo de pertenencia a la Comunitat Valenciana y aclaraba rápidamente que el proyecto se encuentra al margen de cualquier uso partidista. «Estoy en contra de la visión uniformizadora de una sociedad, pero hay elementos que han de cohesionar la sociedad», manifestaba Puig ayer en la presentación oficial del cartel.

La campaña, desarrollada por la empresa valenciana Trumbo, persigue transmitir la imagen de un gobierno «transparente y sostenible», y que se ha marcado como objetivos fundamentales el desarrollo económico, el bienestar social, la unidad identitaria y la defensa de la cultura propia valenciana.

Los actos del último 9 d´OCtubre ya tuvieron un carácter profundamente identitario. Tanto desde la Generalitat como desde el Ayuntamiento de Valencia. Los nuevos responsables autonómicos y los municipales abogaron por un mayor reconocimiento para el territorio de la Comunitat Valenciana. Puig instaba entonces a sustituir las «falsas ofrendas» a España por una movilización reivindicativa e instaba a los valencianos a superar sus «seculares disputas internas» para reclamar una mejor financiación y dejar de ser ciudadanos de segunda «¡Valencians en peus alcem-se!»,apuntaba en aquel momento.