La concejala de Cultura del Ayuntamiento de Valencia, Gloria Tello, precisó ayer su propuesta de aligerar la Real Senyera para que puedan llevarla mujeres y explicó que su objetivo real, lo que ella quería decir, es hacerla menos pesada para cualquier portador, independientemente de que sea hombre o mujer. «En el tema de la igualdad siempre he estado ahí. No soy dudosa en se sentido», explicó la concejala, que aseguró que su propuesta sigue adelante y que se enmarca en un proceso para remodelar todo el Museo Histórico.

Cuando Gloria Tello hizo sus declaraciones acababa de dejar la Real Senyera en su emplazamiento habitual del Museo Histórico y se dirigía a la mascletà. En el trayecto fue abordada por los medios de comunicación y casi andando hizo su reflexión, consistente en sustituir el mástil de la bandera por uno menos pesado para aligerar su peso y que las mujeres pudieran portarla también en la Procesión Cívica. El portador que acababa de dejarla, al igual que otros predecesores, había tenido problemas para aguantar la insignia todo el recorrido.

Pero esta propuesta, tomada en su literalidad, generó una importante polémica. La diputada socialista Mercedes Caballero, que la llevó en el año 2009, aseguró que las mujeres pueden portarla igual que los hombres, considerando las palabras de Tello un «insulto» para las mujeres y exigiendo una rectificación.

Aclaración

Ayer, por tanto, la concejala quiso explicar con exactitud su idea para que no haya malentendidos. «Lo que queremos „dijo„ es evitar que la capacidad física sea importante a la hora de permitir que una persona, con independencia de su sexo, pueda ser portador o portadora de la Senyera». «Más allá del contexto en que se produjeron mis declaraciones y de si la forma de expresarme no fue la más afortunada, quiero dejar claro que la actuación propuesta va dirigida a facilitar portar la Senyera a todos los concejales y concejalas, puesto que resulta evidente que hay concejales y concejalas con una fuerza o capacidad física mayor que otros y otras», añadió.

En este sentido, recordó que como ejemplo se puso a ella misma, asegurando que «sería incapaz de portar la Senyera con su peso actual», algo que «mantengo pero que a su vez no invalida que otra compañera de la corporación sí pueda hacerlo sin problema alguno».

En declaraciones a Levante-EMV, reiteró que «evidentemente a lo que me refería cuando hablé de hacer una réplica del mástil era para hacer la bandera accesible a todo el mundo sea del sexo que sea, que sea un derecho al que puede acceder todo el mundo». A su juicio, la propuesta tiene que ver precisamente con la defensa de la igualdad. «Lo que quiero es que todo el mundo pueda disfrutar de portar la Senyera una vez en la vida».

En cuando a las críticas recibidas, la concejala aseguró que no ha habido desconsideración hacia nadie y lamentó que «en algún caso no se haya tenido en cuenta mi trayectoria personal y política en defensa de los derechos de las mujeres y de todas las personas en general». «Especialmente doloroso» le resultó que «alguna representante pública se haya manifestado al respecto con cierto oportunismo político conociendo que de ninguna manera mi intención era la que ha sugerido».

Cambios en el museo

Dicho eso, la concejala aseguró que seguirá adelante con su propuesta de restaurar la Senyera y aligerar el peso, propuesta que trasladará al resto de grupos la próxima semana. Es más, aseguró que la restauración de la bandera forma parte de un proceso más amplio para remodelar el Museo Histórico (antes Archivo Histórico) en el que se encuentra. Según dice, en la actualidad es «como un almacén» y su intención es «dignificarlo y lavarle la cara» para que el visitante entienda la importancia de lo que hay allí dentro y de lo que se quiere contar.

Así mismo, la concejalía quiere que esta remodelación, para la que ya ha pedido proyectos a distintos especialistas, se acompañe de un horario normal que vaya más allá del horario laboral de los funcionarios. Eso incluiría abrirlo por las tardes y los sábados y no cerrar a las tres de la tarde como ahora.

Y en última instancia, quiere que este museo forme parte de un todo junto con la Sala de Exposiciones del ayuntamiento y el refugio de la Guerra Civil, todo ello con un acceso directo por la calle Arzobispo Mayoral.

La idea municipal es que todo este terminado para finales del año que viene.

Una tela rasgada en varios puntos

Si bien aligerar el mástil admite discusión, de lo que no parece haber duda es de la necesidad de restaurar la Real Senyera. Según ha podido saber este periódico, la tela se encuentra en muy mal estado, con varios cortes, con pérdida de materia y desgarros en la parte que la une al mástil. Aunque permanece todo el año protegida dentro de una urna en el Museo Histórico, los traslados del 9 d´Octubre suponen un gran perjuicio para el conjunto, además de que en alguna ocasión se ha mojado y posteriormente no ha recibido el tratamiento adecuado. Así pues, y aunque ya fue restaurada hace siete años, hay coincidencia en arreglarla de nuevo y para ello habrá que cumplir con los trámites obligados de cualquier Bien de Interés Cultural (BIC). Aunque la Senyera no tiene esa consideración por sí mima, sí la tiene como elemento que forma parte del Museo Histórico, protegido desde el año 1957.

Al respecto, Gloria Tello explicó que la restauración la hará el Instituto Valenciano de Conservación y Restauración, una entidad pública que dará al proyecto el «rigor» y la «pulcritud» que se exige en estos casos. Y antes deberá autorizarlo la Conselleria de Cultura. «Es un proceso lento, pero no tiene que tardar mucho», dijo la concejala, que calcula que para el 9 d´Octubre puede estar lista.

También hay coincidencia general en que no se trata de un bien intocable, pues se trata de una réplica de 1928 de la Senyera original del 1535, que se conserva también en el Museo Histórico. Es más, de esta Senyera se hicieron tres copias en la fábrica de Eduard Sanchis. Una es la que cubrió el féretro de Blasco Ibáñez y la otra la cedió Sanchis al Colegio del Arte Mayor de la Seda en 1969.