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Salón de Reyes

La Generalitat ante la República

En el Salón de Reyes podemos encontrar a todos los monarcas de Valencia y de España desde Jaume I hasta Alfonso XIII. Pero no está ni uno solo de los Presidentes de la República, ni de la primera ni de la segunda. El nombre de la estancia debería cambiarse por «Salón de Reyes y Presidentes»

La Generalitat ante la República

Josep Almudéver intentó sacar la bandera de la República Española el pasado 9 d´Octubre, cuando el President Ximo Puig iba a otorgarle el nombramiento como «Embaixador de la Comunitat Valenciana». En ese momento, hasta tres funcionarios de Protocolo rodearon al anciano y le hicieron enrollarla y metérsela en el bolsillo. Se pudo ver perfectamente a través de las cámaras de televisión. Nos pareció una auténtica coacción a la libertad de expresión del veterano brigadista, en aras de un legalismo arbitrario. Las «perfomances» en actos tan «políticamente correctos» son bocanadas de aire fresco similares a los gestos del diputado Baldoví en el Congreso para hacerse ver, y que tuvieron su precedente apoteósico en la naranja de Vicent González Lizondo.

La Generalitat Valenciana nunca ha sido una institución republicana. Hubo Generalitat en Cataluña bajo la Segunda República; pero no existió Generalitat Valenciana. Aunque ya sabemos que tampoco existió Generalitat durante nuestra toda nuestra época foral, y menos todavía asumió funciones de gobierno. La «Diputació del General» era sencillamente la oficina de recaudación de impuestos, y empezó a funcionar en 1362, consiguiendo un más amplio reconocimiento en 1418. Pero no era el gobierno de la «Ciutat e Regne», puesto que asumir este dato significaría que el Reino de Valencia estuvo sin gobierno desde 1238 hasta 1418, casi doscientos años.

Seguramente en 2018 se promoverá algo así como el «600 aniversario» de la Generalitat, pero será pura estrategia publicitaria, que por cierto nos hace mucha falta a los valencianos y valencianas como pueblo. Pero no por ello debemos olvidar lo que nos explica el jurista Llorenç Matheu i Sanç en la página 117 de su «Tratado de Cortes del Reino de Valencia», edición del año 1677: «... en Aragón y Cataluña los Diputados tienen representación de todo el Reino, ó Provincia, no sólo para administrar el erario con jurisdicción muy preeminente, sino también para pedir la observancia de las leyes. En Valencia los oficios de Diputados se instituyeron para cobrar y administrar los derechos del General, y JAMÁS se les ha concedido jurisdicción o poder para otra cosa, con que no pueden tener representación del Reino para más».

El gobierno del Reino de Valencia recaía en los «Jurats» y «Estament», instituciones olvidadas en 1982 al redactar el Estatut d´Autonomia porque nuestros políticos eran unos ignorantes supinos y suplieron su incultura y analfabetismo histórico copiando directamente del Estatut catalán. Ahora ya hay 33 años seguidos de "Generalitat", y difícil será dar marcha atrás; pero por lo menos habría que pulir ese servilismo monárquico que le acompaña desde sus inicios.

El llamado «Salón de Reyes» en el Palacio de la Generalitat evidencia el desprecio que la Generalitat valenciana muestra por la República. Se accede por una escalera de piedra desde el patio gótico y da a la fachada principal de la calle Caballeros, previo a la entrada del «Saló de Corts» donde están inmortalizados los «Estaments» real, noble y eclesiástico.

El «Salón de Reyes» queda empequeñecido por la magnitud del «Saló de Corts». Es sitio de paso, más que centro en sí mismo y apenas nos fijamos en su planteamiento. Sin embargo, el mensaje subliminal que transmite es maligno: el enaltecimiento de la monarquía más autoritaria, donde los pocos momentos democráticos de España están maquiavelicamente borrados. En este salón podemos encontrar a todos los Reyes de Valencia y de España desde Jaume I hasta Alfonso XIII. Pero no hay ni un solo Presidente de la República, ni de la primera ni de la segunda. Allí están los reyes forales de las Casas de Aragón y Trastámara. Los de la dinastía austriaca, hasta el decadente Carlos II. También los Borbones de manera ostentosa: desde el oprobioso Fernando VII hasta su desastrosa hija Isabel. El retrato de Alfonso XIII es exageradamente grande, como si los valencianos le debiéramos un trato especial, cuando en realidad gestionó tiempos deplorables entre los que cabe destacar la Dictadura de Primo de Rivera. Incluso hay una pintura de María Cristina, que no fue reina titular, sino regente. Y el punto exótico lo pone el retrato de Amadeo I el Breve, un monarca que a los dos años de ser coronado se marchó harto del país. Él ya nunca quiso saber nada de España, pero nosotros seguimos venerando su retrato.

Es una vergüenza histórica y al Gobierno del cambio de Valencia le correspondería repararla, que en ese salón no estén los Jefes de Estado de España que sí fueron elegidos democráticamente, los sucesivos Presidentes de la República que hemos tenido en España: Estanislao Figueras, Francisco Pi y Margall, Nicolás Salmerón, Emilio Castelar, Niceto Alcalá Zamora y Manuel Azaña Díaz.

El Consell debería encargar a pintores modernos unos retratos de esos Jefes de Estado, que podrían completarse ahora hasta Juan Carlos I. El nombre de la estancia debería cambiarse por «Salón de Reyes y Presidentes» o sencillamente «Salón de Mandatarios».

Por otra parte, es denigrante el olvido al que se somete a los 10 reyes musulmanes de Valencia: Mubarak, Labib, Batir, Wadjid, Malik, Mardanix, Kamar, Abd Muhammad, Zeid y Zayan. Pero eso es otra historia, de momento pidamos al Consell que democratice ese salón, último reducto del absolutismo aristocrático.

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