La Policía Local no puede ser el único recurso para luchar contra el «botellón». Ese fue el mensaje claro y conciso lanzado ayer por la concejala de Protección Ciudadana, Anaïs Menguzzato, durante la celebración del día de la Policía Local, discurso apoyado posteriormente por el jefe del cuerpo, José Vicente Herrera, quien recordó que durante el curso pasado mil menores fueron ingresados por exceso de alcohol.

El día de la Policía Local reunió un año más en la central de la Avenida del Cid a las principales autoridades de la ciudad, entre ellas el delegado del Gobierno, Juan Carlos Moragues, la consellera de Justicia, Gabriela Bravo, el presidente de las Corts, Enric Morera y el alcalde de Valencia, Joan Ribó.

Para Anaïs Menguzzato, la Policía Local ha atendido históricamente la seguridad de los valencianos y lo va a seguir haciendo en nuevos campos como la violencia de género, con la formación del grupo Gama; el acoso escolar, el botellón, la protección de los viandantes o los inmigrantes, pues es la primera policía con formación en delitos de odio.

Pero hay muchos problemas para los que pidió la colaboración de la Policía Nacional o la Guardia Civil y que propuso abordar de forma «transversal» desde el ayuntamiento. Uno de ellos es el «botellón». «No hay que acudir sólo a la policía para abordarlo, hay que trabajar desde otros flancos», dijo la concejala, quien recordó que no es posible admitir que los jóvenes «tengan que beber y beber».

600.000 servicios en un año

También el jefe de la Policía Local, José Vicente Herrera, pidió la colaboración de todos y dio números significativos. Aunque Valencia puede considerarse una ciudad segura, «tiene problemas de convivencia», y como datos significativos recordó que el año pasado se hicieron 600.000 servicios, que el 90% de los accidentes nocturnos tienen el alcohol como causa y que el curso pasado fueron ingresados un millar de menores por consumo de alcohol.

El propio alcalde, Joan Ribó, cerró el acto aludiendo al nuevo modelo policial que se persigue en Valencia, basado en la proximidad, la prevención y la mediación. Y está convencido de que ese cambio ya está siendo percibido por los ciudadanos. «Valencia necesita una policía que actúe desde principios éticos» y que trabaje «con honestidad, profesionalidad y vocación de servicio», con prevalencia de la «labor asistencial y solidaria», dijo. Para ello, anunció un esfuerzo por mejorar la plantilla y ampliar la formación en las nuevas formas delictivas.