El portavoz de Ciudadanos en el Ayuntamiento de Valencia anunció ayer una iniciativa popular para que la ciudad de Valencia siga teniendo su nombre en castellano, independientemente de que también sea oficial la forma en valenciano. Su propósito es reunir 60.000 firmas para que el equipo de Gobierno, que sigue adelante con el expediente para cambiar el nombre del «cap i casal» al valenciano, se vea obligado a escuchar su petición. El PP ya ha anunciado que colaborará en esa campaña.

En la actualidad, el equipo de Gobierno tramita el cambio de nombre de la ciudad para que el topónimo sea exclusivamente en valenciano, es decir «València». En principio, esa idea no contaba con el rechazo de los grupos de la oposición, pero sí introdujeron muchos matices. El PP exigió que se aportaran informes cualificados que respaldaran ese cambio, tal como manda la legislación actual. Y Ciudadanos propuso que el nombre fuera oficial en los dos idiomas.

Cumplir con la Generalitat

Recientemente, la Dirección General de Cultura ha pedido al equipo de gobierno que, efectivamente, aporte informes cualificados y ayer en el pleno se debatió este asunto.

El concejal Sergi Campillo explicó que su aportación será un informe del Servicio de Normalización lingüística del Ayuntamiento de Valencia y el PP, que lo considera insuficiente, presentó una petición oficial por registro de entrada para que los servicios jurídicos municipales se pronuncien sobre la suficiencia de ese informe.

La novedad, sin embargo, salió de la bancada de Ciudadanos. Su portavoz, Fernando Giner, anunció la recogida de firmas para forzar al equipo de Gobierno a mantener el nombre de Valencia en castellano. A su juicio, puede estar en los dos idiomas, pero de ninguna manera prescindir del nombre actual.

Giner ha echado mano de la Ley de Participación y Transparencia para poner en marcha una iniciativa popular que fuerce al equipo de gobierno a oir a los ciudadanos, dijo. Concretamente se dispone a recoger, tal como marca esa ley en su artículo 60, un número de firmas equivalente al 10% de la población adulta de Valencia, que pueden ser unas 57.000 personas.

«Vamos a poner mesas, carpas, hablar con las asociaciones para que se sumen a la campaña... Haremos todo lo que esté en nuestra mano para conseguir esas firmas», explicó Fernando Giner, quien no descarta ir más allá de esta iniciativa popular y forzar una consulta ciudadana.

Durante el debate, el portavoz de Ciudadanos explicó que el cambio al valenciano «no refleja el sentir de la población de Valencia ni estaba, tan siquiera, en el programa electoral de los partidos que forman el gobierno. Quiere, por tanto, que «se pronuncie la ciudadanía».

Por su lado, el concejal del PP, Cristóbal Grau, recordó que su grupo ya había advertido de la necesidad de presentar informes y pidió al equipo de gobierno que detenga el expediente y empiece desde el principio consultando a las entidades que tienen algo que decir en esto, entre ellas, dijo, Lo Rat Penal y la Real Academia de Cultura Valenciana (RACV).

En última instancia, pidió que se consulte a la Asesoría Jurídica para que diga si el informe del Servicio de Normalización Lingüística es suficiente para cumplir con las exigencias de la ley.

Todas estas propuestas fueron denegadas, sin embargo, por el equipo de gobierno. El concejal Sergi Campillo afeó a Giner que no se hubiera pronunciado cuando el PP mantenía el nombre sólo en castellano. Y al Grupo Popular le reprochó su cambio de posición y su falta de respeto al estatuto de autonomía, que avala su propuesta. El expediente, por tanto, sigue adelante.