La reprogramación de algunos semáforos de la ciudad „ de peatones y de vehículos„ para bajar la velocidad media de las vías de sentido único y pacificar el tráfico en horario nocturno, ha conseguido «una reducción general» como se pretendía. Desde julio „ que empezó a aplicarse la medida„, hasta octubre, el análisis comparativo de los recorridos con cambio de programación semafórica habla de una disminución de la velocidad de hasta el 40,8% en Juan Verdeguer a la Avenida Baleares. Uno de los casos más llamativos es el de la Avenida del Puerto, donde se ha pasado de los 54km/h a los 31km/h actuales (-42,5%). En la Avenida de Aragón se ha bajado la velocidad en 10km/h tanto de entrada „ de 37km/h hasta los 27kmIh„, como de salida „ de 38 a 28km/h„, lo que supone un -27% y un -26,3% respectivamente. mientras que en la marginal del antiguo cauce del rio, desde el Pla del Real hasta el puente del 9 d´Octubre, se ha disminuido la circulación media de 50 a 38km/h (-24%). Todo ello supone una «notable mejora en la seguridad urbana», según la concejalía de Mobilitat Sostenible. La iniciativa del área que dirige Giuseppe Grezzi se viene aplicando desde las 22 horas hasta las siete de la mañana. El objetivo, ahora, es hacerla extensible al resto del día.

Las modificaciones de sincronismos se han establecido en los últimos meses en Blasco Ibáñez, desde la Avenida de Catalunya hasta el Botánic Cabanilles, Puente de las Flores hasta Suècia pasando por General Dolz, calle de la Reina, Nicolas Benlloch y Manuel Candela. Se trata de aumentar el tiempo de la luz verde en los pasos de peatones, con la intención de hacerlos más seguros. Respecto a las señales luminosas para el tráfico rodado, con los cambios realizados en colaboración con la Oficina Técnica de Gestión del Tráfico, los conductores se ven ahora obligados a realizar más paradas, contrariamente al efecto creado por la denominada «onda verde» que iba abriendo los semáforos al paso de los vehículos de forma correlativa, lo que provocaba «cierta confianza para aumentar la velocidad», como recuerdan desde la regidoria. Ahora, se les obliga a frenar de forma más asidua y disminuir así la velocidad. Con los datos en la mano, Grezzi baraja ahora extender esta primera fase a más puntos de la ciudad, dentro del plan general de pacificación. «Hay que abordar cómo se haría esta segunda fase, para lo que hay que hacer un estudio», explicaban fuentes municipales.

«Una de las quejas más frecuentes que hemos recibido por parte de los vecinos y vecinas es que la regulación semafórica que existia les obligaba a circular a altas velocidades por eso decidimos atajar este problema y fomentar una circulación más amable que aumentara la seguridad de las personas en nuestra ciudad y redujera los accidentes de tráfico», comentaba Grezzi. Según las estadísticas, el total de accidentes que se producen en Valencia registra la tasa más elevada por la noche, en proporción a la densidad de circulación registrada. De ahí la apuesta nocturna en un primer momento.