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Restauración

Los expertosconsideranrecuperable la Casa de la Sirena pese al expolio

Los pavimentos y azulejos, las vigas de madera, balaustradas, la chimenea y el jardín romántico han desaparecido - El promotor que restaurará el palacio confía en que la Generalitat dé facilidades

Los expertosconsideranrecuperable la Casa de la Sirena pese al expolio

El expolio del palacete rural renacentista de la Casa de la Sirena o «Serena», una de las joyas del patrimonio arquitectónico de l´Horta, ha sido sistemático en los últimos años. Del esplendor de esta villa señorial, rematada por una torre-miramar y una arcada o logia al estilo aragonés, apenas queda nada. De sus salones han desaparecido pavimentos y azulejos, entre ellos los que pudo haber en la cocina, donde se han llevado incluso la gran chimenea donde se cocinaba. Los expoliadores han arrancado la baranda de la escalera de acceso a las estancias nobles, incluso se han cortado algunas de las grandes vigas del salón principal, una gran estancia que contaba con una pequeña capilla. Las zarzas y malas hierbas han invadido el jardín romántico, con un cenador central y numerosas especies arbóreas que hubo en su día.

Del paradero de los bienes expoliados no se sabe demasiado. El escudo de mármol que presidía la fachada principal donde aparecía una mujer con cuerpo de serpiente, el símbolo que da nombre a la casa, estaría custodiado en el ayuntamiento de Alfara del Patriarca.

Ni la declaración en 2004 como Bien de Interés Cultural por parte de la Conselleria de Cultura ha servido para frenar el proceso de abandono de este edificio de propiedad privada que ahora podría resurgir de mano de la iniciativa privada a través de un proyecto de rehabilitación para darle uso como espacio de restauración y gastronomía de proximidad, la cultura y la formación impulsado por el empresario valenciano Santiago Máñez. Las primeras comprobaciones de los arquitectos sobre el estado del edificio, pese a su imagen de ruina, es que es perfectamente recuperable, si bien desaconsejan el uso hotelero por la excesiva compartimentación que requería del interior.

En el interior del edificio, al que ha tenido acceso este diario de la mano del empresario que lo ha arrendado para restaurarlo es descorazonador. El empresario organizó la semana pasada una visita con un grupo de profesores de la Universidad Politécnica de Valencia, encabezados por el profesor de la Escuela de Arquitectura Adolfo Alonso, para determinar el estado de conservación, las patologías y posibilidades de intervención y usos del inmueble, perteneciente a Alfara del Patriarca pero situado en Benifaraig. Alonso asegura que el edificio es «perfectamente recuperable y de un gran valor y es importante que se le de uso». A partir del informe que realicen los expertos, el empresario concretará el coste y los usos. Santiago Máñez confía en que la Conselleria de Obras Públicas tenga en cuenta las alegaciones que ha presentado al Plan de la Huerta para suavizar las exigencias de aforo a la hora de dar nuevos usos al ingente patrimonio protegido de la huerta, el 70% del cual se encuentra en situación ruinosa.

El propio Ayuntamiento de Valencia, que ha alegado al PAT por entender que quita competencias urbanísticas a los ayuntamientos y que previene de que los nuevos usos de restauración y alojamientos rurales permitidos deben limitarse para evitar la «terciarización de la huerta» y un aumento de coches y de la presión de tráfico sobre este entorno, avala el proyecto de Santiago Máñez. La concejala de Agricultura, Consol Castillo, considera que las limitaciones de aforo en determinados proyectos puede hacerlos inviables y condenar al patrimonio a perpetuar la ruina.

Sobre los nuevos usos previstos en el plan de la Huerta también ha alegado el grupo municipal del PP que pide que se prohiban expresamente los huertos solares, al tiempo que reclama que se proteja la figura del agricultor «como actor principal para la conservación de la huerta» y advierte de que las nuevas actividades propuestas pueden acabar convirtiendo la huerta en «un parque temático».

Los populares alegan igualmente para que el PAT garantice los crecimientos de Valencia en la Punta y Benimaclet.

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