De la ruina, a espacio sociocultural de referencia. La «resurrección» de la fábrica de la Ceramo será una realidad en los próximos años, una vez que en un par de meses se redacte el proyecto para rehabilitarla. El pésimo estado de este edificio industrial, ubicado en el barrio de Benicalap, indica que el coste de su regeneración no será menor a los dos millones de euros. Sergi Campillo, concejal de Govern Interior, incidía ayer en la «afectación importante» de un enclave que necesitará de un plan plurianual «para revertir la situación». A su lado Vicent Sarrià, edil de Urbanisme, asentía, pues será una actuación conjunta de ambas áreas. La mayor complejidad, tal como recordó Sarriá, ha venido por el empeño del Govern de la Nau «de no mutilar la Ceramo».

El Ayuntamiento de Valencia ha tenido que negociar una permuta con los propietarios y trasladar la edificabilidad situada junto a los antiguos hornos a otro solar municipal «para obtener la propiedad plena». Según Sarrià, existe ya un acuerdo con la Sociedad de Gestión de Activos Procedentes de la Reestructuración Bancaria (SAREB). Algo que permitirá proteger la fábrica como Bien de Relevancia Local en su totalidad.«Es un edificio singular, de mucha dificultad para recuperar y costoso, pero que valdrá la pena porque será de los más emblemáticos de la ciudad», señalaba Sarriá. El socialista hacia hincapié en que los azulejos que decoran la estación del Norte o en la ampliación del Ayuntamiento de Valencia salieron de la Ceramo.

La recuperación de los antiguos hornos, intactos, permitirá comprobar «el día a día» de la Ceramo para mostrar en un futuro lo que antaño fue. Algunos de los usos proyectados estarán relacionados con su historia y su función, como talleres artesanales, de cerámica y un espacio para salas de exposiciones y de interpretación de la historia de la cerámica en su época. Además, se pretende reservar también un espacio para la ubicación de piezas del Museo Nacional de Cerámica.

Una visita al interior de las naves permitió ayer comprobar el deterioro sufrido especialmente en los últimos diez años, con un grado de abandono sorprendente. Las primeras labores de limpieza han permitido aflorar algunos frescos de especial belleza, lo que da idea de la calidad de los artistas que trabajaban en la Ceramo. Un angel inacabado en la primera planta, con el relieve grabado en la pared, impacta tras una primera intervención de los restauradores. Otros murales de igual belleza, pero situados en la entrada, eran retirados ayer mismo por riesgo de desaparición total.

Las tareas de emergencia para consolidar elementos arquitectónicos seriamente afectados ascienden a 31.728 euros, mientras que los desescombros, toma de datos, medidas precautorias e inventario de todos los elementos existentes de valor etnológico, han costado 13.189 euros. A finales de año los trabajos deberían estar concluidos, según apuntaba Sarrià. Solo en expropiaciones el consistorio ha invertido dos millones y medio de euros. «Esperemos que al final de la legislatura el proceso está acabado», apuntaban al unísono Sarrià y Campillo.