Las normas hacen referencia también al papel de la familia, una relación que, en líneas generales, se ha llevado con naturalidad en toda la historia reciente. Aunque, en ese sentido, el primer artículo es contundente: «la figura de los padres pasará, obligatoriamente, a un segundo término» porque «es imposible a la JCF añadir al protocolo el número de personas que suman los familiares en la comitiva oficial» y se observa que los actos falleros priman sobre «actos particulares o familiares». Sí que se les reconoce lugares preferentes en catorce actos: proclamación, exaltación, cena de la exaltación, crida, cabalgatas, Gala Fallera, ofrenda, misa de San José, Cremà, Dansà, Sopar de la Punxà, Batalla de Flores, elección de la corte de honor y cena de despedida. En forma de tickets pagados y lugares preferentes sobre todo.Padres y tutores deben comunicar separaciones, divorcios o pérdidas de custodia.

Por lo que respecta a las parejas —para las que no se hace distinción de sexo— «deberán mantenerse, obligatoriamente, alejados/das de ellas en todo acto protocolario. El protagonismo corresponde a la fallera mayor y cortes de honor y ha de respetarse».