Dos colectivos han ido aumentado su presencia en las instalaciones de Casa Caridad en los últimos meses: los menores de 20 años y las personas solas con patologías asociadas. Su situación de vulnerabilidad, además, preocupa especialmente a la institución. El número de menores de 20 años se ha duplicado en tan solo un año y ya supone el 9% de quienes pernoctan en su albergue del Passeig de la Petxina. Desde la entidad muestran su preocupación por que este colectivo entre tan joven en la red de personas sin hogar. «El trabajo que hacemos en estos casos es, en primer lugar, el de mediación familiar si el chico o chica lo permite, para que regresen pronto a casa. Si es imposible recuperar esa relación familiar se tramitan otros recursos con los servicios sociales, aunque lamentablemente no existen demasiados», señala Gloria Cardona, trabajadora social de Casa Caridad.

El perfil de estos jóvenes, según los informes de Casa Caridad, va asociado a problemáticas con las drogas o con algún trastorno de la conducta desde la infancia que, en un futuro y si no es tratado, puede evolucionar y ser peor en la edad adulta, advierten . «Algunos de ellos han pasado por centros de menores hasta la mayoría de edad, no cuentan con experiencia laboral y las redes familiares las tienen rotas», incide Cardona.

El segundo colectivo que también preocupa a Casa Caridad es el de personas solas que, en la mayoría de los casos no tienen un buen estado de salud o sufren alguna patología mental. «La mayoría son hombres que han empeorado su estado tanto a nivel físico como cognitivo debido a la pérdida de redes sociales. No tienen empleo y en muy pocos casos cobran pensión por discapacidad. Desde Casa Caridad llevamos años alertando que los problemas mentales de las personas que viven o han vivido en la calle van en aumento y hace falta más recursos de salud mental dedicados a este colectivo», señala Cristina Sánchez, responsable de trabajo social en el Multicentro Social de Benicalap.

Hasta la puesta en marcha de este Multicentro, las personas sin hogar enfermas o convalecientes de Valencia no tenían ningún sitio donde recuperarse y tras el alta hospitalaria volvían a la calle. Gracias a este servicio en el que mayoritariamente se atienden casos de personas que han sufrido fracturas, ictus o padecen cáncer. En la actualidad el Multicentro se encuentra al 100% de su capacidad y el departamento de Trabajo Social ya ha encontrado solución al 40% de los casos.

El Multicentro dispone, además, de un albergue dedicado exclusivamente a familias. Desde que comenzó su actividad, en marzo de este año, 30 familias han pasado por sus instalaciones, la mayoría de ellas españolas. Durante el periodo que dura la estancia de las familias en los albergues de Casa Caridad hasta que se tramita su salida a otros recursos, los niños que duermen en la Asociación tienen una plaza asegurada en las escuelas infantiles de la entidad.

El perfil mayoritario de las personas sin hogar continúa siendo el de un hombre, español, con edad comprendida entre los 41 y los 65 años. Las mujeres representan un 33% de las personas que pasan las noches en el albergue de Casa Caridad en la Petxina y un 19% las que se encuentran en estado convaleciente en Benicalap. Por lo que se refiere a los mayores de 65 años, desde el Departamento de Trabajo Social se señala como una de las mayores dificultades detectadas la prolongación en el tiempo de las estancias en el centro para las personas mayores y de edad avanzada.