Varios de los expresidentes de la Generalitat expresaron ayer públicamente sus condolencias y pesar por la muerte de Rita Barberá. El ex jefe del Consell y senador del PP Alberto Fabra expresó su consternación por el fallecimiento de la exalcaldesa y reclamó que su situación en los últimos meses no eclipse su labor de «transformación» de la ciudad de Valencia. También se sumó a las críticas de otros miembros del PP por la persecución que a su juicio sufrió la senadora: «Alguno puede que hoy no tenga la conciencia tranquila». Fabra dijo que en los próximos días debería producirse una reflexión sobre «esa carrera para ver quién critica más o insulta a una persona», que a su juicio «parece que es lo que se lleve», el afán «por incrementar la crítica a diario» o «ahondar en las situaciones difíciles que puede tener una persona».

El senador, que fue presidente de la Generalitat entre 2011 y 2015 y vivió una relación más bien tormentosa con Barberá durante el tiempo que coincidió con ella, dijo que por su parte recordará a la política fallecida como la «gran alcaldesa» que logró «la transformación de Valencia» con «vocación, esfuerzo, gran entrega». «Me quedo con la Rita alcaldesa, con fuerza, energía, con ese compromiso hacia sus vecinos», añadió.

Camps, muy afectado

Por su parte, el también expresidente de la Generalitat Francisco Camps, que ocupó el cargo entre 2003 y 2011, se mostró «muy apenado» por la muerte de Barberá y se remitió a la defensa que realizó de la que durante años fue su compañera en el PP valenciano cuando «todos» la acusaban.

Así, Camps se encontraba ayer muy afectado por el fallecimiento de Barberá, según manifestaron a Europa Press fuentes de su entorno, que agregaron que el exjefe del Consell se remite a las palabras que de Barberá dijo en una rueda de prensa el pasado 24 de febrero, donde defendió la presunción de inocencia de la exalcaldesa cuando era objeto de acusaciones.

En aquella comparecencia, Francisco Camps, preguntado por la operación Taula y el presunto blanqueo de capitales en el Ayuntamiento de Valencia, mantuvo que Rita Barberá había estado «un cuarto de siglo al servicio de los valencianos, y no asaltó el Ayuntamiento sino que tuvo mayorías absolutas». «Ha cambiado esta ciudad de cabo a rabo y la ha convertido en una ciudad extraordinaria», destacó entonces.

Además, el expresidente la calificó como una «mujer extraordinaria de primer nivel» y reivindicó la «presunción de inocencia» para la ex primera edil. Camps, reveló haber hablado con Barberá en ese tiempo y que se encontraba «triste y dolida por lo que está viendo».

«No hacer política»

El vicepresidente segundo del Senado y expresidente valenciano entre 1983 y 1995 Joan Lerma (PSOE) destacó los 24 años de «entrega absoluta» al Ayuntamiento de su ciudad, y pidió también «no hacer política» con su fallecimiento. «Lo que hay que hacer es dar el pésame a la familia y a sus amigos, que son muchos aunque de momento pareciera que no, pero Rita Barberá hizo muchos amigos», dijo en declaraciones en el Senado.

El veterano político insistió en que no es el día para «hacer política», pero respondió a la consideración de distintos dirigentes del PP de que Rita Barberá había pasado meses de acoso. «Será el PP el que tendrá que pensar cuál ha sido su comportamiento, no tiene que acusar a nadie de nada», dijo. Y agregó: «Cualquier cosa que diga el PP en este momento no la tenemos que tomar en consideración, porque ellos son los que la han apartado de su grupo». En su opinión, para el futuro «quedará y pesará» el trabajo de Barberá en el consistorio «con independencia de lo ocurrido en los últimos tiempos».