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Su relación con el deporte

Del logro de acoger la Copa del América al bloqueo del nuevo estadio

La excaldesa consiguió albergar un evento relevante pero se frustró su deseo de acoger el Mundial de Atletismo al aire libre y finales de Champions

Del logro de acoger la Copa del América al bloqueo del nuevo estadio

Rita Barberá convirtió el deporte en uno de los puntos fuertes de su estrategia «para poner a Valencia en el mapa». Tras una primera etapa en la que gestionó los proyectos heredados de su predecesor, el socialista Ricard Pérez Casado, se subió decidida después al carro de los grandes eventos una vez Francisco Camps accedió al gobierno de la Generalitat Valenciana. Mientras el Gran Premio de Fórmula 1 o el Open 500 de tenis fueron logros trabajados desde el Consell, Rita sí que encabezó la candidatura de la ciudad para albergar la Copa del América de Vela y el Mundial de Atletismo de Pista Cubierta, sus dos grandes logros.

La celebración de la 32ª Copa del América, en 2007 y 2009, supuso la gran victoria de Rita como alcaldesa en el ámbito deportivo. Llevaba tiempo persiguiendo que la ciudad albergase un acontecimiento de relevancia internacional. Envidiaba la transformación que la Expo'92 y los Juegos Olímpicos habían supuesto para Sevilla y Barcelona. Deseaba un proyecto ambicioso para Valencia, algo que tardó en lograr. Así se explica como su figura fue decisiva para la construcción del nuevo estadio del Valencia. Ambicionaba un recinto para albergar grandes finales y, por qué no, otros acontecimientos deportivos. En 2004 firmó un primer proyecto para construir un estadio de titularidad mixta del ayuntamiento y el Valencia CF. El empresario y entonces presidente del club, Juan Soler, recogería después el proyecto.

En plena efervescencia de los grandes eventos, Rita consigue para Valencia el Mundial de Atletismo de Pista Cubierta de 2008, que se celebra en el Palau Luis Puig. En realidad, su objetivo era ganar la candidatura para el Mundial al aire libre. Lo intentó dos veces, pero a la ciudad le faltaba un estadio con anillo olímpico para albergarlo. La alcaldesa intentó convencer a la Federación Internacional de Atletismo (IAFF). Aseguró que el nuevo Mestalla, entonces en construcción, estaría terminado para 2013. Las obras, paralizadas en 2009 por falta de financiación del Valencia CF, ya no volvieron a retomarse y tampoco pudo conseguir ninguna final de la Liga de Campeones de fútbol. Aún quedaba otro proyecto en marcha: aprovechar la Marina Real para que la ciudad fuese subsede olímpica de los Juegos de Madrid de 2020.

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